Por primera vez en la historia una obediencia masónica ha decidido llamar a una logia con el nombre de un papa. Si bien existieron papas masones, nunca se designó así a una logia.
Es un hecho sin precedentes pues la Masonería ha sido siempre adversaria de la Iglesia Católica.
Esta empresa humana ha perseguido a los librepensadores desde su misma organización. Hacia 1189 condenó a las corporaciones en el marco del Concilio de Rouen, por la supuesta existencia de secretos dentro del oficio, la práctica de extraños ritos tanto en la recepción como de iniciación de una obra.
En 1326 el Concilio de Aviñon renueva la condena precedente y censura la costumbre de canteros y albañiles de utilizar palabras secretas y signos, e igualmente posturas para reconocerse entre los miembros.
Y así, las bulas antimasónicas que surgirían a partir del siglo XVIII son elocuentes; más que una condena del espíritu leemos una preocupación política.
La decisión de los hermanos ocurrió durante la reunión anual de La Gran Loggia Regolare d’Italia, que es la única reconocida por la Gran Logia Unida de Inglaterra, supuesta "madre" de la Masonería mundial.
Se tomó la decisión que una logia de la ciudad de Vicenza llevara el nombre de Enea Silvio Piccolomini (el Papa humanista Pio II).
El hermano Fabio Venzi, Gran Maestro de la Gran Loggia Regolare, quien en 2005 nombró gran oficial a un sacerdote católico, declaró: "Se trata de una decisión que forma parte de nuestro acercamiento a las enseñanzas milenarias de la Iglesia católica".
La Gran Loggia Regolare d’Italia fue constituida hace sólo doce años, a causa de un desacuerdo del ex Gran Maestro Giuliano di Bernardo, con el hermano Palazzo Giustiniani, del Grande Oriente d’Italia.
Hay que recordar que aunque la Masonería inglesa no reconoce al Grande Oriente d’Italia, ésta es la confesión masónica más importante de la península.
No es de extrañar la actitud de la obediencia rectora de la autodenominada Masonería "regular" pues ella se encuentra, desde sus inicios, protegida por la realeza que a la vez es jefe de la Iglesia Anglicana; sin embargo la Masonería "liberal" siempre fue motivo de sospechas y suspicacias por parte del clero, ante su progresismo social y político.
A mi criterio los masones deben estar alejados del poder de la Iglesia para poder pensar libremente. El retorno de lo religioso exige construir un laicismo sólido, fundamentado para escapar del oscurantismo del dogma religioso.
© Christian Gadea Saguier
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la sentencia "la Masonería ha sido siempre adversaria de la Iglesia Católica" es inquietante. por lo no decir lamentable. saludos.
ResponderEliminarIncreible, la verdad, aunque si este papa fue un verdaero mason, se lo merece. Saludos fraternos
ResponderEliminarMuy interesantes todos estos temas, muy constructivos, saludos.
ResponderEliminarPio II fue un humanista, me parece una decisión positiva.
ResponderEliminarconcuerdo con jorge pedro en relación a lo "inquietante" y me atreveria a decir "inexacto "del termino de que "la masoneria ha sido siempre adversaria de la iglesia catolica" la masoneria no ve como adversario a ningun credo religioso el adversario es la "ignorancia", la "intolerancia" y la " esclavitud."
ResponderEliminarcristian, chile.
Solo puedo decir que los masones es como una secta oculta. es comos los rosacruces... tienen diferentes asociaciones pero estan divididas tanto para el bien y el mal, cualquier pueda ser un mason o rosacruz,, pero no cualquiera puede estar en una logia superior y saber todos los secretos malos que esonden ese es ser su propito cmabiar la humanidad
ResponderEliminarEn España, se habla mucho de una logia masónica compuesta por jesuitas: José Antonio Ferrer Benimeli, un tal Lázaro...
ResponderEliminarSoy lector asiduo de Ricardo de las Heras (posible pseudónimo de Gonzalo Altozano de Época o de Ricardo de la Cierva), y otros...
Hoy he leído un reportaje en el periodico La Vaguardia de Barcelona dedicado a un jesuita, Valentí Fàbregas Escatllar.
Sus argumentos masónicos me han recordado tanto a la logia de masones jesuitas, tanto tanto tanto, que o mucho me equivoco o estamos ante uno de ellos.
En una radio he escuchado que podría ser grado 33º, el antipapista de don Valentí Fàbregas Escatllar.
Deseo saber como es posible que un sacerdote católico acepte leyendas satánicas como la de Hiram Abif o el nombre diabólico del Royal Arch: el temible Bal, antecesor de los demonios.