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¿El crepúsculo de la masonería patriarcal?

CHRISTIAN GADEA SAGUIER
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Las corrientes masónicas de la actualidad son organizaciones que se formaron a partir de la modernidad, pero en los albores del siglo XXI se hace insostenible, desde el punto de vista democrático y social, seguir manteniendo ciertas tradiciones propias de tiempos pretéritos. Conozco a muchos masones que no quieren saber nada de los rasgos fundamentales de la cultura contemporánea, y caprichosamente continúan cultivando sus costumbres con una visión del mundo en fase declinante. 

La noción de modernidad y sus ideas afines como la ilustración y la secularización fueron ampliamente divulgadas por filósofos, historiadores y sociólogos, pero hay un aspecto que en la mayoría de los estudios se pasa por desapercibido. Releyendo a los intelectuales de la época y teniendo presente que estamos próximos a conmemorar el Día Internacional de la Mujer, encontré la oportunidad propicia para pensar la masonería desde la otredad. 

Se podría datar –desde lo político– el inicio de la modernidad con la firma de los tratados de paz en Westfalia, documentos que a la vez dieron inicio a un nuevo orden en el centro de Europa basado en el concepto de soberanía nacional. La Ilustración tuvo en común un ambicioso programa de secularización, humanismo, tolerancia, cosmopolitismo, valores que asumió como propia la masonería de entonces con la creación de las dos potencias –en la actualidad con nombres diferentes– que lideran las dos principales corrientes masónicas: La Gran Logia Unida de Inglaterra y el Gran Oriente de Francia. A ambos estándares les caracterizaba sobre todo un fervor por la libertad y la participación política. 

Los ilustrados –entre ellos muchos masones– proclamaron su visión del mundo como universal, pero por «universal» se entendía que el mundo y el hombre se regían por un conjunto único de leyes naturales. El concepto de uno, de universal, de único no admitía la otredad, la diferencia. Por lo tanto la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad fueron válidas únicamente entre varones en detrimento y en exclusión de las mujeres

La modernidad no pudo concebir la igualdad en diferencia, pero no se debe condenar a sus ideólogos con los valores del presente siglo; un caudal de agua pasó debajo del puente de la historia y el río ya no es el mismo. Se fundamentó y sostuvo en la igualdad entre iguales y en la dominación de los diferentes. Entre esas dominaciones, el caso de la mujer tal vez sea el más paradigmático, tal como lo publicó la escritora francesa Simone de Beauvoir en El segundo sexo. La diferencia entre géneros fue atribuida por los hombres de la época como un hecho de naturaleza y no de cultura. No se preocuparon por desmontar la herencia inmemorial de esa inequidad entre géneros, pues lo concibieron como hechos biológicos, inmutables y no como construcciones sociales, políticas y culturales, tal como se admite en la actualidad.  

La igualdad entre diferentes se vuelve viable recién a medidos del siglo pasado. Según el sociólogo Manuel Castells en El poder de la identidad, dos factores facilitaron este proceso: la globalización y la crisis del patriarcado. La revolución generada por las nuevas tecnologías de la información, la reestructuración del capitalismo, el debilitamiento del estado-nación, la fuerza política de los movimientos sociales y el surgimiento de nuevas identidades culturales forjaron una nueva forma de vida en sociedad: La sociedad en redes, con Internet como principal exponente. Por lo tanto, la globalización que se caracteriza, entre otras cosas, por flujos continuos de personas, capitales, bienes, servicios logró reactualizar los cimientos de la sociedad moderna.

Este proceso sacudió, y aún continúa, profundamente a una de las instituciones sociales más enraizadas en la vida de las personas: El patriarcado, definido por la historiadora Pilar Pérez en El lado oscuro de la secularización –una nota para el libro Laicismo Vivo publicado por la Gran Logia Equinoccial del Ecuador– como la autoridad del varón sobre la mujer y sus hijos. Una autoridad que fue impuesta desde el Estado, la Iglesia y la propia familia. 

De allí que la identidad de los varones modernos se construyó desde una superioridad concebida desde la diferencia. Por su parte, la identidad de la mujer se edificó sobre representaciones de debilidad, sumisión e inferioridad. Sin embargo, en el primer tercio del siglo pasado, varios factores empezaron a resquebrajar los cimientos del patriarcado. Entre las acciones más destacadas se encuentran la institucionalización de la educación laica universal para las mujeres y su incorporación masiva en trabajos remunerados. A esto se suma, desde los últimos años, el uso masivo de la anticoncepción y la lucha de movimientos en procura de la libertad e igualdad en derechos. 

Por lo tanto, el desmoronamiento de la familia patriarcal y las nuevas identidades de la mujer constituyen factores decisivos para el surgimiento de movimientos fundamentalistas religiosos que pretenden regresar a la mujer al antiguo orden, por lo que el proceso hacia la equidad de género no estará cerrado hasta que no desaparezcan las estructuras del patriarcado. 

Ante estas transformaciones sociales y políticas que no se pueden negar o edulcorarlas  ¿estará la masonería masculina debatiendo la necesidad de actualizar sus tradiciones y renovar sus estatutos para permitir la membresía femenina? ¿Se situarán al mismo nivel protagónico de los masones fundadores de las corrientes masónicas en el siglo XVIII? 

Aquellos masones supieron valorar el legado y la historia que contenía la masonería antigua y la imprimieron junto a una acertada visión de futuro que incluyó la que elaboraron nuevos usos y costumbres y la redacción de una Constitución que dio vida a la masonería moderna, colocando el legado recibido en la vanguardia del pensamiento y la acción social y política.  

Los fundadores de la corriente masónica del Derecho Humano supieron entender esa responsabilidad e instauraron la primera obediencia mixta internacional a fines del siglo XIX. A medio camino se encuentra el Gran Oriente de Francia, donde la mayor parte de los talleres recibe a las hermanas visitantes, aun cuando en su último Convento la posibilidad de membresía femenina quedó en status quo. En el crepúsculo de la modernidad queda la Gran Logia Unida de Inglaterra, pero ojalá encuentren el aliento que impulsó a sus fundadores, de lo contrario tal vez les aguarde una existencia que mira al pasado con nostalgia. 
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Machismo frena la equidad de género

Las mujeres de América Latina han conseguido, en la última década, que se legisle contra la violencia machista, esa actitud de prepotencia de algunos hombres hacia la mujer; pero esto no se traduce aún en la disminución de la violencia contra las mujeres por cuestiones de género. Llevar esas leyes de la teoría a la práctica sigue siendo un camino tedioso. Los valores patriarcales que aún imperan en muchos países de la región constituyen uno de los principales inconvenientes, según el informe anual del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), que se presentó esta semana.

«La violencia por motivos de género se perpetra gracias a normas y tradiciones sociales y culturales que refuerzan las estructuras de poder dominadas por el hombre», asegura el documento.

Aunque no parece que haya una solución clara a corto plazo, Naciones Unidas propone promover el desarrollo cultural como ventana al progreso y diseñar políticas y programas de población «con sensibilidad cultural», siempre y cuando esa mirada comprensiva y respetuosa de las diferencias « no implique aceptar prácticas tradicionales nocivas o que violan derechos humanos universales», matiza el documento. 

La cultura patriarcal en la región no es algo nuevo tampoco. El documento de 108 páginas de Unfpa considera que la independencia de las colonias no vino acompañada de un cambio de mentalidad en ese apartado, sino que ha seguido vigente en muchos países de la región. Es decir, los distintos países heredaron las tradiciones de las colonias españolas, portuguesas y francesas de sus metrópolis.

La función femenina es «mantener unida a la familia a cualquier costo, por lo que la violencia en el hogar se convierte en una realidad aceptada y hasta cierto punto natural», apunta.

Dentro de la Masonería el tema no es muy diferente a lo que se vive en la comunidad latinoamericana. Luego de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain y el Gran Oriente Latinoamericano, no existen otras Hermandades de carácter internacional que sostengan la equidad de género dentro de la Organización.

¿Cómo un masón que practica los valores sociales más nobles, miembro de una escuela iniciática que trabaja por el perfeccionamiento de la humanidad, casado o que algún día lo será, hoy por hoy podría decir a su esposa «tu condición de mujer no te da el derecho de hacer esto » o «por ser mujer no puedes comprender aquello»?

Algunos, como el Gran Oriente de Francia (GODF) alegan que es una cuestión estructural y no dogmática. Independiente de la justificación, han dado la espalda a la posibilidad de incorporar mujeres en su seno luego de que su Asamblea General, realizada meses atrás, decidiera dilatar la respuesta a la posibilidad plantada por una seria de logias, que por cierto han retorcido y malinterpretado sus Reglamentos y Constituciones. Victor Guerra, miembro del Gran Oriente en España y autor del blog Masonería Siglo XXI, sostiene que «en parte si el tema no ha salido adelante es porque la acción liberticida de esa serie de logias precipitó la situación lo que además ha traído una compleja situación jurídica para las logias y para los Maestros masones que en su momento tiraron por la calle de en medio iniciando mujeres». Frente a la iniciativa de iniciar mujeres la Organización reaccionó y procedió a suspender a 169 Maestros, de los 50.000 miembros que tiene el GODF. 

Otros, como la Gran Logia Unidad de Inglaterra, se oponen a la admisión de la mujer en la Masonería esgrimiendo como únicos argumentos, unas veces el de la «tradición», otras «las Constituciones de 1723», y los menos, más fundamentalistas, van mucho más allá recurriendo a teorías antropológicas de nula base científica y de fascistas reminiscencias que ahora me ahorraré comentar.

Para los tradicionalistas y conservadores la Constitución de Anderson, salida de la imprenta de Willian Hunter, representa uno de los puntos discordantes para el ingreso de la Mujer. En su Sección Segunda (Obligaciones de un Francmasón, apartado III), está el origen de lo que todavía hoy continúa sembrando la polémica:

«Los candidatos admitidos como miembros de la Logia, deben ser buenos y leales, nacidos libres, de edad madura y discreta, no esclavos, ni mujeres, no inmorales o escandalosos, sino de excelente reputación».

Resulta a todas luces incomprensible que una Fraternidad que ha luchado contra toda clase de «dogmas», acabe por crear y mantener uno, para justificar la ausencia de la mujer en su seno. Esta postura dogmática se fundamenta en un párrafo de un documento, producto de la mentalidad de aquellos años y elaborado por hombres de iglesia (no olvidamos la calidad de pastores protestantes de Anderson y Désaguliers), puritanos y con un concepto sobre la inteligencia y aptitudes de la mujer de su época totalmente diferente al nuestro. 

Ambas posturas, la estructural o la tradicional-legal, impiden que la otra mitad de la humanidad beba de las mismas fuentes del conocimiento que los hombres libres, pero nacidos de mujer.
 
De todas formas, con el apoyo de los masones o sin el, la participación de la mujer va ganando paso a paso mayor protagonismo en la escena pública, según indica la medición 2007 del Índice de Desarrollo Democrático de América Latina que utiliza el Indicador «Género en el Gobierno» para establecer cuál es la proporción de la representación femenina en el Gabinete del Poder Ejecutivo, en las Cámaras del Poder Legislativo y en las Cortes Supremas de Justicia de los dieciocho países que analiza.

Este indicador se usa para medir lo que se considera el «grado de integración social de la democracia». En el año de la primera medición (2002), el promedio de participación de la mujer en puestos de decisión en América Latina era de apenas un 8,5%. La medición de 2007 indica que este porcentaje promedio creció al 21,6%. O sea que en 2002 uno de cada doce puestos de decisión eran ocupados por mujeres y hasta el año pasado uno de cada cinco lugares. 

Considero que la transversalización de género no es un fin en si mismo sino un camino para el logro de la equidad. Esa es la fórmula que mantiene el equilibrio, la que refleja realmente la composición de la sociedad y la que necesitamos para reforzar y promover el correcto funcionamiento de esta joven democracia latinoamericana. 

Christian Gadea Saguier

La alternativa del laicismo

Cuando me enteré que Adriana, una hermana del Derecho Humano, pasó cuatro años de su vida dentro del Opus Dei encontré en ella la personificación de la actitud laicista: la elaboración personal de una concepción de vida que se basa en la experiencia humana, con exclusión de toda referencia confesional, dogmática o sobrenatural, que implica la adhesión a los valores del libre examen, de emancipación respecto a toda forma de acontecimientos y a los imperativos de ciudadanía y justicia. 

En varias ocasiones, sea en el salón de los Pasos Perdidos o durante un ágape fraternal, conversábamos sobre la posibilidad de una experiencia espiritual ajena a la religión, lo que la hermana no comprendía cómo podría ser posible, puesto que antes de sumar había aprendido a rezar. Hoy ella constituye el paradigma del laicismo filosófico, tema del que esta semana nos vino a hablar Ariane Hassid, presidenta de Bruselas Laica. 

En la actualidad la hermana es una de las más críticas a la hora de abordar los temas filosóficos de la Masonería y su actitud es contagiada a los demás hermanos que como capullos en primavera se encuentran abriendo de sus convicciones dogmáticas. Justamente sobre este tipo de doctrina nos expuso Ariane en dos presentaciones realizadas en universidades de Paraguay. Los objetivos operacionales de Bruselas Laica, según manifestó, consisten en: promover el espíritu crítico y la libertad de pensamiento; favorecer la expresión de los recursos y capacidades individuales; apoyar y desarrollar iniciativas de emancipación de los individuos y de igualdad de oportunidades. 

Implementar estas medidas en nuestra región será la mejor manera de combatir la nueva contrarreforma Católica en particular y dogmática en general, ya que nosotros los ciudadanos latinoamericanos apegados a la tolerancia y al progreso social debemos sostener esfuerzos para disponer de estructuras estatales laicas que garanticen libertad y verdadera democracia. Este propósito es el desafío que nos dejó Ariane ante la actualidad que nos aporta pruebas sobre los efectos dañinos de quienes, al basarse en sus dogmas pretenden mantener a la ciudadanía ajena al espíritu crítico y semejante a la obediencia de una oveja. 

En particular, según su presidenta, Bruselas Laica define su acción como un trabajo didáctico y social de desarrollo del laicismo como alternativa humanista, social y cultural. En este sentido, aspira a ser herramienta de aprendizaje de la vida en sociedad y de sus exigencias; de la democracia participativa y de la cultura. Para su desarrollo cuenta con una financiación del estado belga, que reparte unos cien millones de Euros anuales al financiamiento de los seis cultos reconocidos y de las organizaciones filosóficas no confesionales. Esta subvención les permite un trabajo profesional que se suma al voluntario de sus miembros. 

Personalmente me encuentro organizando el Movimiento Laicista del Paraguay que pretende implementar estas ideas a modo de paliar el subdesarrollo mental de los ciudadanos producto del dogma y la ignorancia. Interesante sería conocer que trabajos se realizan en tu nación para así soñar con la creación de una federación humanista de Latinoamérica, porque no. 

Se entiende el desarrollo del laicismo en Bélgica al ser fruto de una lenta evolución histórica desde su independencia, en 1830, a su Constitución de 2002 donde se establece el principio de reconocimiento de las concepciones filosóficas no confesionales, de la misma manera que los cultos y del principio de subvención ya mencionado; sin embargo, su desafío, según Ariane, es lograr una referencia explícita al laicismo de Estado entendida en la voluntad de construir una sociedad progresista y fraternal, dotada de instituciones públicas imparciales, garante de la dignidad de la persona y de los derechos humanos, garantizando a cada uno la libertad de pensamiento y expresión, así como la igualdad ante la ley sin distinción de sexo, origen, cultura o convicción y considerando que las opciones confesionales o no confesionales sean relevantes exclusivamente en la esfera privada de las personas. 

A estas dos concepciones del laicismo, como principio jurídico y método filosófico, es indispensable sumar el modo de vida laicista: una experiencia que permite la convivencia de toda la ciudadanía. 

Adriana aún continúa en su proceso de emancipación y constantemente dialogamos en torno al desarrollo del espíritu humano por más que su sentido sea tan antiguo como el hombre mismo. Ariane volvió a Bruselas y al conocer nuestra realidad, renovó sus votos por la militancia laicista. Y tú, ¿dónde estás? Yo armando el Movimiento Laicista del Paraguay. 

Christian Gadea Saguier 

El precio del velo

El velo, un simple pedazo de tela, se ha convertido en la manzana de la discordia en Europa, un continente amenazado por el envejecimiento de la población, que, para sobrevivir, les abre a regañadientes las puertas a millones de inmigrantes, entre ellos miles de mujeres musulmanas que, por tradición o imposición, se cubren.

Giuliana Sgrena, veterana feminista y corresponsal de guerra del diario de izquierda Il Manifesto, que viajó a varios países islámicos, no tiene dudas: "El velo es el primer paso para la reducción de los derechos de la mujer".

Autora de El precio del velo. La guerra del islam contra las mujeres, recientemente editado en Italia, Sgrena saltó trágicamente a la fama tras ser secuestrada en Bagdad en febrero de 2005 por un grupo islámico que nunca la obligó a cubrirse porque no era fundamentalista, según contó a La Nación (Argentina) en una entrevista mantenida con Elisabetta Piqué, corresponsal en Italia.

Cuando fue liberada, en marzo del mismo año, gracias a los servicios secretos italianos, vivió otra pesadilla: el auto en el que se dirigía al aeropuerto de Bagdad junto con dos agentes italianos fue acribillado a tiros por soldados estadounidenses. En el ataque murió el agente Nicola Calipari.

Comprometida a dar a conocer lo que considera una realidad dramática, Sgrena está convencida de que el velo representa, y no sólo simbólicamente, "la opresión de la mujer en el mundo islámico".

Afirma que detrás de su imposición no se esconde solamente el intento de las fuerzas más fundamentalistas de "reislamizar" la sociedad, sino, además, una verdadera guerra contra las mujeres, y en contra de su cuerpo, visto como el terreno de batalla sobre el cual afirmar principios y costumbres que poco tienen que ver con la tradición islámica, sino con un "nuevo" retorno al orden machista y reaccionario.

"Sólo una interpretación fundamentalista del islam dice que hay que llevar el velo. Tanto es así, que en los tiempos de Mahoma no se llevaba el velo", afirma Sgrena, que condena duramente el "relativismo cultural" de la izquierda, e incluso de varias feministas de Occidente.

"Mientras la derecha considera a estos pueblos salvajes, por lo que es mejor mantenerlos alejados de nosotros, la izquierda, que también tiene una actitud distinta en cuanto a la inmigración, cae en la trampa de considerar el velo de las mujeres musulmanas «parte de su cultura, parte de su tradición», y no va al fondo del problema, que es que el velo no es el fruto de una elección libre de la mujer, sino una condena".

En su libro, una investigación a fondo, llena de datos, Sgrena denuncia la violencia, las infamias, las muertes y la tremenda discriminación que sufren las mujeres. Además, se rebela ante lo que pasa en la misma Italia, y en otros países europeos, con las mujeres musulmanas.

Muchas de estas, que creen haber alcanzado finalmente la libertad al llegar al Viejo Continente, chocan con el hecho de que son "doblemente discriminadas", como inmigrantes y como musulmanas. Y pasan a vivir un verdadero infierno, al terminar solas y olvidadas en virtuales guetos, donde la opresión de los hombres, que las encierran en sus casas y las obligan a veces a usar velo, o incluso burka (la tristemente célebre túnica afgana con una rejilla a la altura de los ojos), termina siendo aún mayor que la de sus países de origen.

Hace dos años la opinión pública italiana vivió con gran conmoción el caso de Hina, una joven paquistaní que vivía como una occidental, y que, por este motivo "de honor", fue brutalmente asesinada por su propio padre. Pero Sgrena considera que en Italia "hay muchas Hinas".

"Yo no lo sabía, pero es altísimo el número de mujeres que han sido asesinadas en Italia porque no respetaban las reglas impuestas por la familia o por la comunidad. ¿Cómo podemos aceptar que en nuestro país pasen cosas de este tipo?", se pregunta.

"Reislamización"
Para Sgrena, estamos frente a un claro proceso de "reislamización". "Antes, cuando iba a Argel, a Amman o a El Cairo veía poquísimas mujeres con velo, salvo en los barrios populares, donde usaban el tradicional. Pero si uno viaja ahora, no encuentra mujeres sin velo, porque hay un proceso de «reislamización», impulsado por los Hermanos Musulmanes, que establecieron que las mujeres deben llevar el velo. Si no, corren gravísimos riesgos", afirma la periodista.

Pero en su libro pueden leerse otras cifras que hablan de una situación espantosa: 50.000 mujeres se suicidan al año en todo el mundo forzadas por sus familias para limpiar su honor, según datos de la ONU.

Hace cuatro años, cuando Francia prohibió el velo y otros símbolos religiosos en las escuelas, Sgrena era escéptica. Pero cuando viajó allí para hacer un reportaje y ver cómo se había implementado, quedó muy sorprendida. Según el Ministerio de Educación francés, sólo 47 estudiantes en todo el país habían abandonado las escuelas públicas, entre ellas algunas que decidieron matricularse en escuelas católicas y otras que optaron por seguir cursos por correspondencia.

Para Sgrena, en cambio, la reciente ley aprobada por Turquía, que permitió el uso del velo en las universidades, es un paso atrás. "Es cierto, el velo es un pedazo de tela, pero la verdad es que en todos los países siempre se empieza con el velo", afirma. "Por eso, para mí, es el primer paso de Turquía hacia la «reislamización»", dice.

Christian Gadea Saguier

Mujer y sociedad del conocimiento

Imaginemos que nos creemos lo que decimos a todas horas, en nuestras conversaciones y en nuestros discursos como políticos, como empresarios, como educadores. Nadie discutiría que la nueva era que nos ha tocado vivir se define, sobre todo, como la sociedad del conocimiento. Es el capital humano lo que más importa, por encima del resto de los factores. Por eso el conocimiento se ha convertido en la variable estratégica clave para el éxito en la globalización.

Si lo creyéramos, uno de los paradigmas de la nueva civilización, sería la plena incorporación de la mujer a la generación de riqueza. Sin ella no puede obtenerse el éxito porque estaríamos prescindiendo de, al menos, la mitad de nuestra capacidad total como sociedad. Tampoco el modelo sería sostenible en el tiempo sin que la mujer aportara su función procreadora.

La lucha por la igualdad de derechos que iniciaron las sufragistas y que continúa hoy con medidas de discriminación positiva y con leyes sobre la paridad, tendrá un nuevo enfoque en nuestro debate público sobre el papel de la mujer en el siglo XXI. Esta lucha es el acerbo de un pasado secular que acompañó el desarrollo de la democracia contemporánea y de la sociedad industrial, y que se mantiene hoy por las atávicas resistencias de los neoconservadores que siguen viendo a la mujer con roles subordinados a los hombres.

Hoy la reflexión debería hacerse desde un nuevo enfoque para orientar las políticas públicas, los comportamientos empresariales y la actitud sociocultural del conjunto de la ciudadanía.

El mérito de las mujeres que iniciaron los movimientos por el derecho al voto, seguidos de la plena incorporación al trabajo, el acceso a los estudios, la igualdad de oportunidades profesionales, etcétera, es indiscutible por evidente y anticipatorio del horizonte que hoy contemplamos. Ahora son tan incomprensibles la resistencia a las leyes de paridad como los intentos de retrotraer a las mujeres a papeles que se corresponden con modelos sociales y productivos de otras épocas, para ocultar el atávico deseo de dominio y hegemonía de los hombres.

Parte de la criminalidad salvaje que llamamos violencia de género -creo que de manera impropia- es un rasgo de la supervivencia del machismo como forma de sometimiento de la mujer que le niega su derecho a la autonomía personal significativa. La fuerza bruta se convierte en el "último argumento" de los que han perdido la razón.

He estado y estoy a favor de este esfuerzo por la igualdad de derechos en toda su amplitud. Es evidente que la mayor participación de la mujer en la población activa ocupada es imprescindible para que nuestra sociedad siga avanzando en la convergencia hacia niveles de renta por habitante semejantes a los países más desarrollados. Todo ello está dentro de la lógica histórica que enfrenta a los reaccionarios con los progresistas des -de el nacimiento de las sociedades democráticas contemporáneas, desde los primeros pasos de la sociedad industrial y del Estado-nación.

Pero en la nueva era en la que ya estamos, impulsada por una revolución tecnológica sin precedentes, con economías más abiertas y globalizadas, estamos obligados a cambiar nuestro enfoque en este recorrido histórico. Si llegamos a hacer que se comprenda la nueva realidad, estaremos en el camino de superar el enfrentamiento sobre el papel de la mujer, con su indiscutible derecho a la igualdad, para generar un consenso tan amplio como irresistible sobre la necesidad de su plena incorporación a la sociedad del conocimiento. Las actitudes machistas y neoconservadoras se convertirían en marginales e irrelevantes si conseguimos este cambio cultural.

Cuando he dicho que, al menos, la mitad del conocimiento disponible y potencial está en la mitad de la sociedad que constituyen las mujeres, quería llamar la atención sobre el hecho comprobado de que los expedientes de estudios en todos los niveles de las mujeres son, en medias estadísticas, bastante superiores que los de los hombres. En cualquier forma de evaluar el conocimiento, el rendimiento de las mujeres cuando disfrutan de igualdad de acceso es mayor que su participación porcentual.

Por tanto, si estamos en la sociedad del conocimiento, para tener éxito necesitamos la plena participación de las mujeres, más allá de las discusiones sobre los derechos a la igualdad de género. Ningún responsable político, hombre o mujer, debería desconocer el riesgo de fracaso que comportará para la sociedad a la que sirve prescindir de esa fuente de conocimiento, creatividad e innovación.

De esta manera, en la era que nos ha tocado vivir, las sociedades que por razones ideológicas, étnico-culturales, religiosas o de otro orden menoscaben, subordinen o marginen el papel de la mujer, no sólo estarán vulnerando sus derechos iguales como seres humanos, sino condenando al fracaso al conjunto social de hombres y mujeres.

El desafío no es sólo de éxito en la coyuntura, sino de sostenibilidad del modelo a largo plazo. Esta sostenibilidad depende en gran medida de la pirámide demográfica. Las sociedades que envejecen mucho pierden capacidad e incrementan las cargas que deben soportar, por lo que resulta imprescindible aumentar la natalidad para que la pirámide sea razonable. De nuevo nos encontramos con el papel determinante de la mujer. Imprescindible para el éxito del modelo e insustituible para su sostenibilidad.

Las implicaciones de este enfoque son inmensas y nos obligan a cambiar nuestras percepciones sobre el desafío de la igualdad tal como lo veíamos tradicionalmente. Las variables que explicaban el dominio del hombre sobre la mujer en las sociedades agrarias e incluso industriales, como las relacionadas con la fuerza, han dejado de tener relevancia alguna en la sociedad del conocimiento. La tecnología hace que incluso las máquinas más pesadas no requieran de la fuerza para su uso, sino de la inteligencia y la habilidad, de la formación y el entrenamiento intelectual.

Si esto es así, las políticas públicas para el éxito y la sostenibilidad de nuestros modelos sociales y económicos de desarrollo deben orientarse a garantizar la plena participación de las mujeres en el proceso de creación de riqueza, y exigen una organización del trabajo, una distribución de las tareas, coherente con el objetivo de la natalidad.

En el siglo XXI veremos que el debate sobre la lucha por los derechos a la igualdad de las mujeres abre paso a la consideración de la participación plena de la mujer como variable estratégica fundamental para la realización de la sociedad del conocimiento.


Felipe González, ex presidente del gobierno Español, publicado en el diario El País.

Las huellas de la creación de dios

Respetuoso del laicismo, de todas las creencias relativas a la eternidad o a la no eternidad de la vida espiritual, un artículo publicado la semana pasada en el suplemento cultural del diario argentino La Nacion llamó mi atención sobre la evolución del pensamiento en la idea de un ser supremo en el univierso.

Desde hace pocos años, algunos de los mejores científicos posdarwinianos están desplegando teorías sólidas sobre la imposibilidad de la existencia de algún dios. El debate ha cruzado todos los círculos académicos de Europa y Estados Unidos y ha llegado ya a la portada de los grandes diarios. Imposible cerrar los ojos. La mayoría de esos teóricos fundamenta sus ideas no solo en los males creados por la intolerancia religiosa (crueldades sin nombre, falaces promesas de eternidad como premio a la matanza de infieles) sino, sobre todo, en los últimos hallazgos de la biología y de la física y en las revelaciones sorprendentes que deparan las mudanzas de la naturaleza cuando se las estudia a la luz de la evolución de las especies.

Dos grandes libros que niegan la idea de algún dios han alcanzado rápida repercusión durante los últimos veinte meses. Ambos continúan la línea de investigación de Stephen Jay Gould, un biólogo de Harvard que murió en mayo de 2002 a los 61 años, luego de recopilar sus ideas en un tratado monumental, todavía no traducido al español, Estructura de la teoría de la evolución. El más notable de esos nuevos aportes es El espejismo de Dios ("The God Delusion"), escrito por un eminente catedrático de Oxford, Richard Dawkins, quien hace ya treinta años demostró en El gen egoísta que la vida es creación de genes capaces de cualquier hazaña para sobrevivir y prevalecer. Otra obra memorable es Dios no es grande ("God is not Great. How Religion Poison Everything"), de Christopher Hitchens, un intelectual famoso por la pasión con que abraza las causas que cree justas y las defiende sin medir las consecuencias. Si bien Hitchens comparte el ateísmo de Dawkins, su ensayo es más político que científico. Trata de entender hacia qué extremos de idiotez y crueldad puede conducir la fe ciega en un dios al que se invocó para alzar las hogueras de la Inquisición, asesinar a millones de seres humanos en Ruanda y cambiar el rumbo de la historia al destruir las Torres Gemelas.

La vigencia del librepensamiento
Hace apenas décadas, a la vuelta de la esquina de la historia, no habría sido posible escribir nada de esto. Dudar de la existencia de dios se castigaba con la mutilación, con la hoguera, con la esclavitud, con el destierro. El dios cristiano era el poder supremo, tanto en el orden espiritual como en el temporal, y los guardianes de ese ser se erguían como los cruzados de una verdad fuera de la cual nada era posible.

Esta semana terminé de leer La Puta de Babilonia, de Fernando Vallejo. Así llamaban los albigenses a la Iglesia de Roma, según la expresión del Apocalípsis. Este ensayo escrito de una vez, sin índice ni capítulos, saca a luz el voluminoso sumario de crímenes perpetrados en nombre de "Cristo" por su Iglesia desde el año 323 en que apoyada por el emperador Constantino pasó de víctima a victimaria. Con el correr de los años esta iglesia afianzó su poder mandando a la hoguera a quienes disentían de sus opiniones o se oponían a su dominio acusándolos de herejía, en tanto el Papa de turno juntaba bajo su triple tiara el poder temporal y espiritual, a la vez que se declaraba Pontífice Máximo y Vicario de Cristo en la Tierra.

Escrita con gran rigor histórico y académico esta obra de Vallejo desenmascara una fe dogmática que durante toda su historia ha derramado la sangre de hombres y los animales invocando la entelequia de un dios o la extraña mezcla de mitos del Oriente que llamamos Cristo, cuya existencia real nadie ha podido probar.

Aun hoy, existen regiones en las que impera la intolerancia religiosa y donde los no creyentes son no seres, criaturas sin voz y sin derechos, a los que se puede maltratar como a los animales. Y sin embargo, ignorar lo mucho que se está pensando ahora sobre la idea de algún dios y negar los argumentos que la biología y la física enarbolan para demostrar que ese dios no existe equivaldría a cerrar los ojos ante el nudo del que nacen los fanatismos, las crueldades, las torturas y los terrores de este comienzo de milenio.

En los manuales de teología, la idea del ser supremo aparece henchido de atributos abstractos: Alfa y Omega, el Verbo, la Esencia, la paradoja, el laberinto, el misterio, el círculo. En lenguaje cotidiano se lo nombra con abrumadora frecuencia, sin pensar en por qué se dice lo que se dice: "Si Dios quiere", "¡Por Dios!", "Dios no lo permita", "Gracias a Dios". Se supone que él está siempre al alcance de los reclamos humanos. De él provienen la compasión, el consuelo, la salud, el amor y, cuando nada de eso llega, cuando la vida es un infierno de sufrimientos, la responsabilidad nunca se le atribuye sino que es causa de la fatalidad.

Para millones de personas ese dios es todopoderoso, pero los males que suceden son obra del demonio o están allí para poner a prueba la fe de los hombres y hacerlos dignos de la vida eterna. ¿Existe, entonces? ¿Es una metáfora de las pasiones y los deseos? ¿La especie humana es un sueño de dios o dios es el sueño más antiguo de la especie? Solo los hombres imaginan a u dios. No hay dioses en los horizontes de la zoología ni de la botánica. Los gatos, los halcones y las montañas sagradas fueron imágenes de dios para algunas culturas, pero carecen de él. Así, este dios es todo, pero no es para todos.

Teocracias, como mal de la humanidad
En el prólogo de la edición argentina del libro de Michael Onfray Tratado de Ateología, quien fuera mi profesora en la universidad en Buenos Aires, Esther Diaz, asegura que un principio divino es sólo un conjunto de palabras. No hay entidad que lo sostenga, asegura. Más allá no hay nada, pero en este mundo, en la contundente realidad de la inmanencia existen pensamientos alternativos a la filosofía teocrática hegemónica. Existen sujetos alegres que aman la vida, hay materialistas, cínicos, hedonistas, sensualistas, dionisíacos. Ellos, tal como lo señala el autor del libro, saben que tenemos un mundo y que al negarlo nos arrojamos a la pérdida de su uso, disfrute y beneficio.

En esta obra Onfray se aboca a desmitificar a los tres grandes monoteísmos: el cristianismo, el judaísmo y el islamismo. Pero no arremete contra los creyentes, sino contra las "teocracias". Propone que ingresemos en una era postcristiana, donde la humanidad no se someta a los valores morales propuestos por la religión, basados en la obedienia y la mortificación. Hedonista al fin, apunta a un paraíso en la Tierra.

También Nietzsche, en Ecce homo, apuesta a lo mismo. En el capítulo "Por qué soy un destino", denuncia que el concepto de "dios" fue inventado como antítesis de la vida: concentra en sí, en espantosa unidad, todo lo nocivo, venenoso y difamador, todo el odio contra la vida. El concepto de "más allá", sigue, de "mundo verdadero", fue inventado con el fin de desvalorizar el único mundo que existe, para no dejar a nuestra realidad terrenal ninguna meta, ninguna razón, ningún quehacer. El concepto de "alma", de "espíritu", y, en fin inlcuso de "alma inmortal", fue inventado para despreciar el cuerpo, enfermarlo, volverlo "santo", para contraponer una espantosa despreocupación a todo lo que merece seriedad en la vida, a las cuestiones de la alimentación, vivienda, régimen intelectual, asistencia a los enfermos, limpieza, clima. En lugar de la salud, la "salvación del alma", es decir, una locura circular que abarca desde las convulsiones de penitencia hasta las histerias de redención. El concepto de "pecado" fue inventado al mismo tiempo que su correspondiente instrumento de tortura, el concepto de "libre alberdío", para abnubilar los instintos, con el propósito de convertir en una segunda naturaleza la desconfianza con respecto a ellos.

"Mi ateísmo se enciende cuando la creencia privada se convierte en un asunto público y cuando, en nombre de una patología mental personal, se organiza el mundo también para el prójimo. Porque de la angustia personal al manejo del cuerpo y alma del otro, hay un mundo en el que bullen, emboscados, los aprovechadores de esa miseria espiritual y mental. El hecho de desviar la pulsión de muerte que los martiriza hacia la totalidad del mundo no salva al atormentado ni modifica su miseria, sino que contamina el universo. Al querer evitar la negatividad, éste esparce a su alrededor, y además produce una epidemia mental", escribe Onfray.

En su última obra La vida eterna, Fernado Savater se pregunta por qué hay quien cree en lo invisible como explicación final y orientación práctica para habérnoslas con lo visible? Argumenta que en la mayoría de los casos, muhos seres humanos se esfuerzan por tener creencias justificadas. Según explica Bernard Williams en Verdad y veracidad, "una creencia justificada es aquella a la que se lelga a través de un método, o que está respaldada por consideraciones que la favorecen no solo porque la hagan más atractiva o algo por el estido, sino en el sentido específico de que proporcionan razons para creer que es verdadera".

Savater asegura que los parámetros científicos son el mejor método para adquirir creencias justificadas; sin embargo, una gran mayoría tiene algún tipo de creencia paranormal, es decir, que viola alguna regla o principio científico, sea de tipo religioso o profano. Agrega que la extensión y mejora la educuación hace por lo general disminuir el influjo de las creencias religiosas tradicionales.

La instrospección bien llevada logra alejar los sueños y delirios que nutren a los dioses. El ateísmo no es una terapia, sino salud mental recuperada de la programación religiosa que nos hacen desde el nacimento. El trabajo sobre sí mismo presupone la filosofía; no la fe, la creencia, ni las fábulas, sino la razón y la reflexión llevada a cabo de modo correcto. El oscurantismo, ese humus de las religiones, se combate con la tradición racionalista occidental. El buen uso del entendimiento, la conducción del espíritu según el orden racional, el empleo de una verdadera voluntad crítitca, la movilización general de la inteligencia y el deseo de evolucionar con fundamento son otras tantas maneras de alejar los fantasmas. De ahí, pues, surge el retorno al espíritu de las Luces que dio su nombre al siglo XVIII.

El iluminismo contra el dogma
Este movimiento constituyó el nuevo sistema filosófico que propuso ilustrar, con la luz de la humana razón, la realidad toda, combatiendo los errores y prejuicios que se atribuían en la Edad Media. Los líderes intelectuales de este movimiento se consideraban a sí mismos como la élite de la sociedad, cuyo principal propósito era liderar al mundo hacia el progreso, sacándolo del largo periodo de tradiciones, superstición, irracionalidad y tiranía (periodo que ellos creían iniciado durante la llamada “Edad Oscura”). Trajo consigo el marco intelectual en el que se producirían las revoluciones americana y francesa, así como el auge del capitalismo y el nacimiento del socialismo.

Varias son las causas que han contribuido al nacimiento de la ilustración. La filosofía se inspirará en el Racionalismo de René Descartes, Gottfried Leibniz y Baruch Spinoza y en el Empirismo de David Hume, John Locke y George Berkeley. La metafísica experimentará una gran crisis y quedará completamente desprestigiada tras la obra monumental de Immanuel Kant: Crítica de la razón pura, Crítica de la razón práctica y Crítica del juicio. Los filósofos enciclopedistas Denis Diderot, Voltaire, Jean Jacques Rousseau y Montesquieu renovarán el panorama intelectual que originará en los grandes progresos de las ciencias, que arrinconaron prejuicios y errores unánimemente admitidos. Voltaire atacará el clericalismo, mostrará las contradicciones de la religión, divulgará la ciencia racionalista de Newton, pondrá de moda la relatividad cultural y propugnará la tolerancia como el mayor valor ético. Rousseau divulgará la idea del pacto social y la necesidad de la división de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. Afirmará además que todos los hombres son iguales y es la sociedad la que le da el papel a cada uno. Después vendrá una segunda generación ilustrada, la de los llamados ideólogos, con figuras como Condillac, Condorcet, Volney, Destutt de Tracy, Holbach, Maupertuis, que terminarán por modificar la cultura. Añádase a todo esto las difíciles condiciones económicas y políticas que atraviesan casi todos los Estados de Europa a causa de las guerras político – religiosas.

La mujer y dios
Pepe Rodríguez publicó en marzo de 1999 un interesante libro que habla sobre el género de dios, Dios nació mujer. La documentada investigación que se plasma en este libro aporta respuestas coherentes a preguntas trascendentes y hará ver de otro modo a la mujer, al homobre y a la idea de dios. Explica que la mujer y el concepto de dios han sido fundamentales para el progreso de la sociedad, pero asegura que su historia difiere mucho de lo que nos han contado.
La mujer prehistórica no estuvo sometida al varón sino que, por el contrario, las comunidades de nuestros antepasados dependieron de su triple función como procreadora, organizadora y productorra.

Los conocimientos arqueológicos, históricos y etnográficos actuales demuestran, además, que desde que comenzamos a evolucionar como hominidos hasta el inicio de la era agrícola, el desarrollo de las estructuras psicosociales y de los adelantos técnicos que posibilitaron la civilización fue obra de mujeres.

La idea que hoy se tiene de un dios no existía hace unos 30.000, pero su concepto tomo vida y forma al tiempo que los humanos desarrollamos el pensamiento lógico-verbal, de hecho, bajo el proceso de adquisición del lenguaje por los niños subyace el sustrato del concepto de dios.

Las pruebas arqueológicas evidencian que el primer "dios" generador-controlador fue concebido y reconocido como mujer durante más de 20.000 años y que no hubo más divinidad que las gran diosa hasta que, entre los milenios VI y III antes de la era actual, por necesidades socioeconómicas, apareció el concepto de dios varón. La agricultura excedentaria provocó la derrota de la mujer y de la diosa a manos del varón y del dios; y la sumisión se impuso así en la tierra como en el cielo.

El ser supremo en la Masonería
Dentro de la Fraternidad la idea de un ser supremo está dada en el símbolo que se llama Gran Arquitecto del Universo (GADU). Para determinadas corrientes, el GADU representa al ser supremo cuya creencia e invocación en la práctica del rito son imprescindibles. Para otras corrientes, establecer la condición de la creencia en él supondría limitar la libertad de conciencia de sus miembros, por lo que no les exigen profesar ningún tipo de creencia. Así trabajamos desde la corriente liberal y progresista.
Los masones, como individuos, son en todo caso libres de darle el contenido que mejor se ajuste a sus creencias. Como todos los símbolos, proporciona un marco, pero su interpretación concreta corresponde a cada cual. Muchos consideran que el símbolo GADU es igual al dios creador crsitiano que determina a su voluntad los planos de la existencia. Para otros, simboliza la idea de un principio creador que está en el origen del universo, cuya naturaleza es indefinible. Hay por último masones, donde me inlcuyo, que, prescindiendo de cualquier enfoque trascendente, identifican al GADU con la sublimación del ideal masónico o que lo interpretan desde una perspectiva panteísta o naturalista.
Christian Gadea Saguier

Masonería mixta, la restauración de una antigua tradición

La inspiración para abocarme a la realización de esta nota viene de una conversación con mi hermana Myrian, quien ocupa el cargo de Venereble Maestra en mi logia “Estrellas del Sur”, en la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain – El Derecho Humano.

En la ocasión estábamos conversando sobre la problemática que tienen algunos hermanos de obediencias masculinas para reconocer y relacionarse con sus hermanas. Para ellos va esta nota y a todo aquel ser humano que desee conocer el último progreso de la Masonería en su historia milenaria, avance que no es otro camino que la restauración de los antiguos misterios.

La Masonería mixta se distingue del resto de las obediencias del mundo masónico por admitir en su seno a las mujeres, en igualdad de condiciones y términos con los hombres. Con ello no se introduce ninguna innovación en el cuerpo de la Orden, sino que se restaura una de las tradiciones importantes que en parte se habían olvidado durante la época de confusión de los Misterios con la Masonería operativa de la Edad Media.

Manifiesto en parte, porque de hecho se dio la participación de la mujer en la construcción de las catedrales durante la Edad Media. Las corporaciones de arquitectos y picapedreros, en la gran mayoría de los casos estaban integradas por hombres; sin embargo, existen también numerosos ejemplos de la presencia de mujeres en estas organizaciones antecesoras de la Masonería moderna.

EL ARTE OPERATIVO. En el siglo XIII era aceptada la pertenencia de mujeres a las cofradías profesionales, como es el caso de las hilanderas, integradas exclusivamente por mujeres, o incluso en profesiones identificadas en aquella época por hombres, como la Guilda (corporación) inglesa de los Carpinteros de Norwich 1375, a la que pertenecían los albañiles de York y se hacía mención a la pertenencia de "hermanos" y "hermanas".

Entre los constructores de Catedrales es muy significativo el caso de Sabine de Pierrefonds, hija de Hervé de Pierrefonds, más conocido por su nombre germánico de Erwin de Steinbach, constructor principal de la Catedral de Estrasburgo.

Sabine esculpió algunas de las notables estatuas de Notre Dame de París, y a su vez en tanto que maestra de obra, formó aprendices en su oficio. Y es probable que no fuera la única mujer en ser maestra del oficio.

En los archivos de la Logia de York N° 236, que perteneció a la antigua Gran Logia de toda Inglaterra, existe un manuscrito ritual de 1693 que refiriéndose al momento de la recepción en la logia dice: “Uno de los antiguos toma el Libro, y aquél o aquella que debe ser hecho masón posa las manos sobre el Libro, y le son dadas las instrucciones”.

En el libro Oficios del Preboste de Paris, que data de 1270, se detallan los oficios y corporaciones exclusivamente femeninas, las que presentaban en su construcción y funcionamiento, marcadas semejanzas con las de los masones operativos de la época. En este sentido, es particularmente destacable la cofradía de las Hilanderas.

En el sistema de aprendizaje de oficios de las cofradías del Compañonage, efectuado por todo compañero desde el medievo, llamado Tour de France, la “Madre” ha sido la encargada o dueña de la posada o albergue en que pasan los “compañeros” su período de prueba del oficio, y la que organizaba sus vidas, velaba porque reine el orden, la justicia y el entendimiento fraternal entre todos.

La Guilda inglesa de los Carpinteros de Norwich, que data de 1375, guilda a la que también pertenecían los albañiles de York, recuerda que: “Todos los años, el sábado siguiente a la ascensión, los hermanos y hermanas se reunirán en un lugar determinado para recitar oraciones en honor de la Santa Trinidad, por la paz y la unión del país...si muere algún miembro de la guilda, sus Hermanos y Hermanas deben rezar por él ...”.

MIXTICIDAD EN LOS MISTERIOS. El objeto de los misterios, métodos de instrucción que utilizaban al símbolo como metodología de enseñanza para comunicar la doctrina oculta en la naturaleza, era universal en todos los pueblos, haciendo en todos los papeles de deidades, un hombre y una mujer. Estos fueron en Egipto, Osiris e Isis; en la India, Madera y Sita; en Fenicia, Thammuz y Astarte; en Frigia, Atys y Cibeles; en Persia, Mitras y Asis; en Samotracia y Grecia, Diosnisius y Rhea.

La mujer era tanto o más importante que el hombre en los cultos y creencias antiguas. Y ello adquirió también significado en la vida social e incipientemente comunitaria, hasta llegar a las diversas formas de matriarcado.

De la antigüedad, en la Mesopotamia y Egipto, el culto a la diosa Naturaleza pasó a la Europa mediterránea. Durante millares de años la religión del área mediterránea y Europa desde Anatolia hasta el Próximo Oriente, expresó el culto a la diosa, metáfora de la naturaleza, y sus ciclos representaron la vida, la muerte y la regeneración.

Respecto a los ritos de iniciación y las formas de sacerdocio, desde los más elementales a los culturalmente mejor elaborados, la mujer ocupaba un lugar de preferencia. En los tiempos pre-históricos, la mujer tenía activa participación en los cultos agrarios de fertilidad. Recordemos el culto a los “Diosas Madres" ya vigente en la etapa auriñacense (33.000 ante de la era actual).

En el antiguo Egipto, las mujeres tenían activa participación en los Misterios de Isis y Osiris, al igual que en Grecia en los Misterios de Eleusis y de Ceres. Sin emabrgo las invasiones de los indoeuropeos impusieron una estructura social patriarcal, y un panteón de dioses predominantemente masculinos, generando la sumisión de la mujer que se consolidó con las religiones de libro sagrado: el judaísmo, el islam, el cristianismo.

El cristianismo primitivo, y el judaísmo fueron religiones patriarcales, y a pesar de que Mahoma predicaba un ideal de igualdad entre hombres y mujeres, sus seguidores tomaron la posición primitiva de inferioridad de la mujer, que persiste hasta hoy.

San Agustín deja a las mujeres un legado difícil (la mujer es causa del pecado del hombre, y de todos los males, decía). Las cartas de san Jerónimo demuestran una antipatía por las mujeres que parece, a veces, demente. Tertuliano trata a las mujeres como tentadoras y perversas, un eterno peligro para el género humano.

Este conjunto de factores: comportamientos innatos y adquiridos, normas de derecho, usos y costumbres tradicionales y preceptos religiosos erróneos, mantuvieron a la mujer en grado de inferioridad en relación al hombre por mucho tiempo.

Con el Renacimiento y el Humanismo, se revaloriza la personalidad humana, su capacidad racional, su libertad y su historia. Ahora la verdad es buscada y encontrada, también fuera de la revelación. Desde el Renacimiento se fomenta la libre investigación en el ámbito de la historia, del espíritu y de las ciencias y se defiende el derecho a criticar las instituciones establecidas y sus tradiciones. El renacentista no espera favores divinos, sino que procura perfeccionar su trabajo personal aplicando su talento y habilidades. El individualismo se opone al misticismo medieval.

También se puede pensar en la recepción de las esposas de los Maestros, pues en las antiguas constituciones de los masones francos y aceptados, tomadas de un manuscrito escrito hace 500 años de J. Roberts, escrito en 1722, en la parte del reglamento de los Aprendices, dice: “No revelaréis los secretos o proyectos de vuestro Maestro o de vuestra Maestra ...”.

En los archivos de la Logia de York N° 236, que perteneció a la antigua Gran Logia de toda Inglaterra, existe un manuscrito de 1693, por el que nos enteramos que durante una recepción en el Siglo XVII: “Uno de los antiguos toma el Libro, y aquél o aquella que debe ser hecho masón posa las manos sobre el Libro, y le son dadas las instrucciones”. Incluso la iniciación femenina a la francmasonería aceptada se extendió a una soberana, Ana Estuardo, hija de Jacobo II, que reinó sobre Gran Bretaña e Irlanda de 1702 a 1714.

MASONERÍA DE ADOPCIÓN. Cuando surgió la masonería especulativa, o moderna, en el siglo XVIII, la mujer no estaba ni económica, ni social, ni políticamente emancipada, y las Constituciones de Anderson de 1723 que dieron el puntapié inicial de la Francmasonería Moderna no las tuvieron en cuenta.

Tal vez porque su redactor, masón Anderson, además era pastor anglicano, y, en esa doble condición, pudo haber pesado los prejuicios religiosos de la época. Felizmente, hoy la Iglesia Anglicana acepta el sacerdocio femenino. Sin embargo, la Masonería inglesa aun no ha incorporado a la mujer, aunque tenga a una reina como jefe de la nación inglesa.

Por el contrario, en Francia, en 1730, sólo cinco años después de la aparición de la Masonería especulativa en este país, comienzan a realizar gestiones para ser aceptadas en la Institución. Mientras, forman parte de asociaciones de tipo masónico, tales como la “Orden de los Caballeros y Caballeras del Ancla”, creadas en 1747, de los “Leñadores y leñadoras”, creadas también en 1747.

El 10 de junio de 1774, el Gran Oriente había tomado bajo su protección, en una Asamblea General, la Masonería de Adopción. En el año 1775, el marqués de Saisseval, ayudado por otros hermanos no menos ilustres, forman la Logia El Candor. Fue su primera Venerable la Duquesa de Bourbon, a quien siguieron la Princesa de Lamballe (1780), la Emperatriz Josefina (1805), Madame de Vaudemont (1807), Madame de Villete (1819), amiga personal de Voltaire. Y así como estos casos, hubo muchos más.

LA RESTAURACIÓN. Los miembros de la Masonería Mixta insistimos en el respeto de las antiguas tradiciones. La Orden Mixta de la Masonería deriva su sucesión de Soberanos Grandes Inspectores Generales del grado 33 de ciertos hermanos pertenecientes al Supremo Consejo de Francia, fundado por el conde De Grez-Tilly, en 1804.

En un material de J.I. Wedgwood, Universal Co-Masonery, What is it?, se presenta un relato de su fundación, que deriva de las minutas oficiales del Supremo Consejo, publicadas en la obra del doctor Georges Martin Etude de la Franc-Maconerie Mixte et de son Organization.

“La Orden Mixta Internacional es el primer cuerpo masónico que ha intentado establecer una Orden en escala mundial en el que se admitan en pié de igualdad con los hombres a las mujeres. Su carrera empezó en 1882. Existía entonces un cuerpo que se llamaba Gran Logia Simbólica Escocesa de Francia. Contaba con varias logias que se habían apartado del Supremo Consejo de Francia, y que se constituyeron en una Gran Logia. Pero solo fue un antecedente de lo que las otras logias bajo el Supremo Consejo hicieron en los años 1894-97, cuando se organizaron en la actual Gran Logia de Francia, y que absorbieron, con una sola excepción, a las demás logias de las Gran Logia Simbólica Escocesa de Francia. Este último cuerpo, que es el que nos interesa, casi inmediatamente después recibió el reconocimiento del Gran Oriente de Francia”.

Una de las logias que salió de este tronco fue la llamada Les Livres Penseurs, y que se reunió en Pecq, cerca de París. Esta logia, que entonces pertenecía a una obediencia masculina, decidió iniciar a una mujer, María Desarrimes, conocida escritora y conferencista, que se había distinguido en actividades humanitarias y en el movimiento feminista francés. Así lo hicieron el 4 de junio de 1882.

Con ella y el doctor Martin nacía la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain – El Derecho Humano y con esta acción quedó restaurada la práctica mixta de los antiguos misterios.

Christian Gadea Saguier

La igualdad masónica, ¿es sólo cuestión de hombres?

¿Cómo un masón que practica los valores sociales más nobles, miembro de una escuela iniciática que trabaja por el perfeccionamiento de la humanidad, casado o que algún día lo será, hoy por hoy podría decir a su esposa "tu condición de mujer no te da el derecho de hacer esto " o "por ser mujer no puedes comprender esto"?

Hoy podemos ver a la mujer en todas las instituciones sociales y en todas las actividades. Participa en la construcción de la sociedad en tanto que monarca, jefa de estado, miembro del ejército, masona, carpintera, artista, química, médica, astrónoma, geómetra, astronauta, filósofa, abogada, política, juez. Resultaría superfluo continuar la lista para mostrar que la mujer participa en todas las actividades del quehacer humano.

Hablando de ella, no se puede hacer referencia, como hace 300 años, al "sexo débil"; se ha hecho valer a través de las épocas, los pueblos y las culturas, y ha contribuido junto con el hombre, a construir las civilizaciones.

La Orden mixta
Hay autores que afirman que desde 1740 se han recibido a las mujeres, no en verdaderas logias, sino en lugares que se les asemejaban. Estas logias "de adopción", sostenidas por logias masculinas, operaban bajo los auspicios de la Gran Logia de Francia y recibían a las esposas o parientes de hermanos.

Al paso del tiempo, estas Logias de Adopción evolucionaron junto con la Masonería francesa, empezando a construir y andar un camino propio, libre de los lazos con que tenía en los siglos XVIII y XIX.

A fines del Siglo XIX ciertos masones, entre ellos George Martin, miembro de la logia Masculina "Libres Pensadores” de Pecq, cerca de París, indignados de que un movimiento de vanguardia de la humanidad como la Masonería pueda seguir excluyendo a las mujeres de sus rangos, presenta a su logia como candidata a iniciación a Maria Deraismes (1828-1894), siendo recibida Aprendiz en 1882. En reacción, la logia mencionada, es declara como "Taller en Sueños" y la iniciación de Maria Deraismes como nula.

Poco tiempo después, George Martin se separa de su Logia y Obediencia para fundar en 1893 la Gran Logia Simbólica Escocesa Mixta de Francia El Derecho Humano, donde Maria Deraismes convertida en Venerable, iniciará a 15 mujeres.

La Gran Logia Mixta se irá convirtiendo en obediencia masónica, hasta que en 1899 se constituye como "Orden Masónica Mixta Internacional - El Derecho Humano".

La Orden femenina
Ya en el siglo XX la Logia "Libre Examen" levanta columnas. Al término de la segunda guerra mundial, la Gran Logia de Francia impulsa la autonomía de las todavía denominadas "Logias de Adopción" y en 1945 se funda la "Gran Logia Femenina de Francia", integrada exclusivamente por mujeres y donde los hermanos son admitidos como visitantes.

Los progresistas
Los esfuerzos de quienes han osado han derivado en la fundación de logias en Inglaterra, Francia, Bélgica, Italia, Estados Unidos, Canadá, Argentina, Brasil, Chile, México, Costa de Marfil, Camerún, Israel, Paraguay y muchas otras partes del mundo donde la Masonería existe.

El Gran Oriente de Francia, más cerca del espíritu progresista y racional de George Martin, ha mantenido siempre relaciones fraternales con la orden El Derecho Humano y recibe mujeres en sus trabajos.

En Londres, se pueden encontrar logias mixtas que trabajan bajo los auspicios del "Ancient Masonic Order of Men and Women" e incluso el Rito de Emulación en su disidencia admite mujeres.

Ya sea en Bélgica, en Italia en Suiza, en Turquía y en todos lados donde la masonería existe, las Obediencias femeninas y mixtas se encuentran en pleno desarrollo.

Todo este contexto histórico ha alimentado desde hace tiempo las meditaciones, reflexiones, debates, discursos, trabajos y hoy existen solicitudes de Hermanos para trabajar en la obediencia mixta.

Explicar esta decisión a todos aquellos que creen saber todo sobre el tema es fútil. Solo digamos que afortunadamente en la actualidad, la organización sigue trabajando con Igualdad y Libertad.

Por su naturaleza, el ser humano evoluciona de manera continua pero también por lo mismo se opone al cambio. Qué contradicción!

Enemigas de la igualdad
La inseguridad, la debilidad y el miedo a los que el masón combate en la serenidad de los templos, son los mismos que lo subyugan y el impiden comprender que la participación de la mujer en la Masonería es producto de la condición humana de nuestro tiempo.

Interrogación final
¿Por qué no preguntar al renovador Teófilo Desaguliers, Doctor en Derecho, o al Pastor James Anderson, ministro de la iglesia presbiteriana, a fuerza de coraje y de nobleza, su opinión respecto de temas actuales como la Carta Universal de los Derechos Humanos, que enriquece en la actualidad las Constituciones de nuestros países y su relación con la participación de las mujeres como masonas en logias femeninas o mixtas?

Christian Gadea Saguier

Un libro que devela el lugar de la mujer en la Masonería

"Las mujeres no han sido tan ajenas a la historia de la masonería a lo largo de los siglos como se ha pensado a menudo". Así lo manifestó en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA María José Lacalzada durante la presentación del libro "La Masonería, Leyenda, historia y mito", del que es coautora.

El libro, editado por la Fundación Marie Deraismes, permite conocer la evolución de la Masonería a lo largo de la historia, su presencia en España y su vocación de futuro. María José Lacalzada de Mateo realizó sus estudios doctorales en Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza en 1991 con una tesis sobre Concepción Arenal que se publicó en 1994 con el título "Mentalidad y proyección social de Concepción Arenal".

En su exposición hizo hincapié en el concepto de igualdad preconizado por la Masonería, "lo que la convierte en una organización progresista y fraternal", indicó. Manifestó que las mujeres en la Edad Media no estaban tan alejadas de los trabajos de la logia. "De hecho, al quedar viudas de un maestro masón seguían perteneciendo a ella", comentó.

En la presentación también estuvo presente Pedro José Vila Santos, perteneciente a misma Fundación. Esta entidad lleva el nombre de una mujer francesa nacida en París el 17 de agosto de 1928 que desde temprana edad y siguiendo la tradición de la familia Deraismes, convirtió su casa en punto de reunión y en cita literaria y artística frecuentada por republicanos. A partir de 1865 se lanzó a la lucha feminista y después de publicar varios artículos en el "Nain Jaune" y en el "Grand Journal" se hizo notar por su talento de polemista al reivindicar la emancipación de las mujeres.

María José Lacalzada destacó las aportaciones de Marie Deraismes, a quien en 1882 se le abrieron las puertas de la Masonería en París. "Eso no fue un paso aislado", señaló. Otro de los momentos claves, a juicio de la autora, fue la fundación de la masonería mixta en la capital francesa, a partir de la creación de «"El Derecho Humano", en 1893.

Esta es la cronica que hace una periodista española, en el diario La Nueva España, sobre el lanzamiento del libro que se muestra en la imagen.

He leido el material y me ha llamado la atención algunos datos puntillosos que muestran el rigor investigativo de los autores. Considero que el libro está dirigido al público en general, pues desde la misma tapa se obvia la corriente masónica de sus autores

Es un libro muy recomendado para los hermanos de la corrientes autodenomida "regular" pues presenta numerosos y válidos argumentos que hechan por tierra el dogma social que prohíbe a las mujeres iniciarse en la Fraternidad y expone una Masonería liberal y progresista, comprometida con la sociedad global.

Estamos ante un libro que presenta novedades, pero que como la gran mayoría de libros que tocan el tema de la historia masónica, en ciertas páginas resulta repetitivo.

Lo cierto es que la Fundación Deraismes pone el listón muy alto para las nuevas publicaciones masónicas que puedan venir.

Para pedir un ejemplar deben escribir a La Torre literaria: info@latorreliteraria.com

Christian Gadea Saguier

Vuelve la Masonería Mixta al Paraguay

La Orden Masónica Mixta Internacional "Le Droit Humain" reúne alrededor de 26.000 miembros, presentes en más de 60 países y en los cinco continentes. Es una institución iniciática, filosófica y filantrópica que trabaja a favor del progreso humano. Ayer se reinstaló en Paraguay su logia pionera.

A diferencia de otras obediencias, sobre todo las autodenominadas "regulares", no admite dogmas, porque sus trabajos se realizan al margen de cualquier religión, escuela filosófica o partido político. El ritmo de trabajo se basa en la ética laica, la que garantiza a todos los seres humanos la libertad absoluta de conciencia y de pensamiento, con espíritu de tolerancia.

"Le Droit Humain" se distingue de otras obediencias masónicas por tres rasgos específicos: el carácter mixto, el ser internacional y la continuidad iniciática.

Ha pasado más de un siglo desde que nació "Le Droit Humain" y las palabras de George Martín, cofundador de la misma, siguen de plena actualidad:

"La Masonería Mixta no se trata de un nuevo culto sino de una filosofía humanista que pretende impregnar sus valores en el terreno social. El Derecho Humano, la paz, entre los pueblos de toda la tierra, la Libertad, la Igualdad, la Fraternidad: he ahí los preceptos de la Masonería Mixta que darán luz a la justicia, la tolerancia y la solidaridad".

Le Droit Humain en Paraguay
Ayer participé del levantamiento de la Logia "Estrellas del Sur" que trabaja bajo los auspicios de esta obediencia. Luego de mi afiliación, junto a otros hermanos de diversas obediencias, pasamos una excelente noche junto al hermano Antonio quien vino expresamente para realizar la tarea y a las hermanas y hermanos originarios del Taller.

Actualmente sus miembros son poco numerosos, conozco a la mayoría de ellos y tengo la seguridad que constituyen excelentes piedras para la construcción de la catedral universal.

Como la mayoría de las obediencias masónicas en Paraguay, ésta también ha pasado por una etapa de decantación natural de sus miembros y hoy puedo sostener, de acuerdo a la experiencia de anoche, que el grupo que hoy forma "El Derecho Humano" en Paraguay, está listo para poner en práctica los preceptos que se presentan al inicio de esta nota.

Particularmente he tomado la decisión de trabajar con este grupo porque lo considero el más liberal y progresista de las obediencias masónicas presentes en el Paraguay. Además, como pretendo trascender el espíritu masónico en la sociedad, considero que no hay nada mejor que el trabajo en forma mixta, pues si queremos mejorar la República, no es posible hacerlo sólo con la mitad del género humano.

© Christian Gadea Saguier

La masonería en Cuba, ahora cosa de mujeres

La masonería en Cuba, una sociedad exclusiva hasta ahora para los hombres, es hoy practicada por mujeres que en este 2007 tendrán su primera Gran Logia en la capital.

En entrevista exclusiva a la agencia Prensa Latina, la presidenta del Comité Gestor de Logias Masónicas Femeninas de Cuba, Digna Gisela Medina Acosta, expresó que las damas masonas adoptan los mismos ritos que los caballeros.

Medina formuló sus declaraciones durante el coloquio internacional Femenino Masculino, Teoría y Representaciones de Género en la Cultura de Mujeres Latinoamericanas y Caribeñas, que se efectúó en la Casa de las Américas en esta capital.

Actualmente, La Habana cuenta con 30 practicantes, la occidental provincia de Pinar del Río con 29, y la idea progresa en las provincias central y oriental, respectivamente, de Villa Clara y Santiago de Cuba. precisó la fuente.

Para pertenecer a una Logia las aspirantes deben tener una edad comprendida entre 18 y 60 años, señaló Medina, quien a la vez aclaró que entre las masonas existen desde profesionales hasta amas de casas.

Las aspirantes pueden pertenecer a cualquier otra institución y sólo serán admitidas luego de una rigurosa investigación que concluya que es una persona virtuosa.

Medina comentó que ha sido muy difícil adquirir un local para este fin, pero el Estado dio la posibilidad de utilizar de manera provisional algunos recintos, hasta encontrar una solución final en las actuales condiciones del país.

La presidenta de Logias Masónicas Femeninas destacó el apoyo de manera general que brinda la Gran Logia de Masonería de Chile.

Este tipo de práctica, aceptada en Cuba en 2005, rompe con la exclusividad masculina y ya tomó fuerza en Argentina, México, Uruguay, Reino Unido, España y Francia.

José Amador Collera Vento, Miembro vitalicio de la Alta Cámara y Pasado Gran Maestro, explicó a Prensa Latina que actualmente están en espera de obtener los grados para constituir las Logias.

Collera argumentó que la masonería es una institución progresista filantrópica, integrada por hombres -ahora también por mujeres- de libre pensamiento, buenas costumbres, y que buscan la autosuperación y el perfeccionamiento humano.

En un primer momento, se le denominó Masonería Operativa y tuvo sus orígenes en las iniciaciones egipcias, la escuela pitagórica y el rosacrucismo, y otras tendencias de la sabiduría.
Sus integrantes era albañiles -pues masón significa albañil-, que se dedicaban a construir catedrales y templos, además de tener códigos éticos y conceptos esotéricos, explicó Collera.

En el curso de la historia se incorporaron otras personas que no eran albañiles y surgió así la Masonería Moderna, que enarbola el amor a la humanidad, a la moral, y libra una guerra contra el vicio y la ignorancia. Ver Notas relacionadas al tema.

Una tenida con Guadalupe Larriva

Fue una noche a finales de noviembre, el día 28, semana en la que estaba de visita por Ecuador para realizar una beca de estudio.

Invitado por el Past Gran Maestro de la Gran Logia Equinoccial del Ecuador estuve presente el día del lanzamiento del libro "Laicismo Vivo" que en su momento fue presentado en este espacio.

La obediencia celebró su vigésimo séptimo aniversario de levantamiento de Columnas, con una gran Tenida Blanca de Gala que contó con la asistencia de mas de 500 personas entre Hermanos Masones e invitados especiales.

Entre ese gran murmullo de hermanos estaba yo y desde el inicio me llamó la atención la actitud de Guadalupe (foto), a quien hasta ese momento no conocía.

Como mi anfitrión llegó sobre la hora, unos hermanos me la presentaron y de inmediato sentí todo el calor fraternal que caracteriza a un mason. Su actitud positiva, la seguridad en su hablar y comentario la hacían diferente.

Entre bajos comentarios, los hermanos y hermanas, comentaban que ella ocuparía un cargo en el nuevo gobierno de Corrales.

La hermana Guadalupe Larriva era una ex Venerable Maestro de la Gran Logia Femenina de Ecuador. En el breve tiempo que me tocó hablar con ella, comentamos sobre la situación de la mujer en la Masonería y particularmente la posibilidad de crear logias femeninas en el Paraguay.

La hermana se llegó al evento como invitada y disertante, pues el tema que convocaba a la reunión era harto dominado por Guadalupe. Entre los oradores para la presentación del libro estuvo ella. Habló sobre Mujer y Laicismo y despetó la admiración de muchos, también de mí.

Durante el momento del bridis intercambiamos tarjetas con la promesa de escribirnos sobre el tema que nos juntó, la mujer en la Masonería. Así pasaron casi dos meses hasta ocurrir la trajedia.

Fue una mujer socialista durante toda su vida y no ocultó su admiración por la revolución bolivariana del presidente venezolano, Hugo Chávez.

Según los primeros informes proporcionados por Juan Carlos Toledo, un portavoz del Gobierno, el helicóptero en el que viajaba Larriva chocó con otro alrededor de las 21:00 hora local (02:00 GMT del jueves).

Una hija de la ministra, Claudia Ávila, que la acompañaba en el viaje, también murió, al igual que los dos pilotos del helicóptero, precisó Toledo, sin dar más detalles.

Larriva, de 53 años de edad, nacida en Cuenca, llegó al Ministerio de Defensa la semana pasada, tras ser designada hace un mes por el presidente del país, el izquierdista Rafael Correa, que tomó posesión de la jefatura del Estado el pasado 15 de enero.

La ministra presidía el Partido Socialista Ecuatoriano-Frente Amplio, del que fue diputada en la anterior legislatura.

Antes de ser nombrada ministra, fue maestra del colegio "Manuel Córdova Galarza" de Cuenca en 1980 y catedrática de la Universidad de esa misma población desde 1981, en las asignaturas de Geografía Física, Geografía Rural y Geografía Política de Ecuador.

También dio clases de Ecogeografía, Ecología Humana, Realidad Latinoamericana y Ecuatoriana, Geografía de América, Geografía de Angloamérica y Localización Industrial.

Su actividad sindical también fue intensa como presidenta de la Unión Nacional de Educadores (UNE) en la provincia del Azuay, cuya capital es Cuenca, y miembro del Comité Ejecutivo Nacional de ese sindicato.

En polÍtica, fue candidata a alcaldesa de Cuenca, diputada por el Azuay, presidenta de la Comisión de Educación, Cultura y Deportes del Congreso, miembro de la Comisión de Derechos Humanos, Justicia y Políticas Carcelarias del Parlamento Latinoamericano y presidenta del Foro de Parlamentarias.

La propia Guadalupe Larriva se definía como "una persona nacida de las bases de las organizaciones sociales" y, por tanto, que sabía "la importancia que tienen las bases en la organización institucional".

Al tomar posesión la semana pasada, anunció que en su administración fortalecería un proyecto de fronteras vivas, mediante la adopción de programas que colaboren con el desarrollo de la comunidad en las líneas divisorias con Colombia y Perú.

Hija de Deifilio Larriva y Teresa González, la ministra estuvo casada con Rodrigo Ávila, fallecido hace ocho años, con el que tuvo una hija, la ahora fallecida Claudia.


© Christian Gadea Saguier

Sobre el porque los hermanos "regulares" no reconocen a las hermanas

Nuestro mundo ha experimentado grandes progresos, aunque muchos de ellos se han materializado de manera desigual en diferentes aspectos.

Uno de los grandes adelantos sociales y de valores lo representa la conquista por parte de la mujer de la igualdad de derechos cívicos y de oportunidades con los hombres, con todavía numerosas y desgraciadas excepciones por ahora.


Muchos de quienes se oponen a la admisión de la mujer en la Masonería esgrimen como únicos argumentos, unas veces el de la "tradición", otras "las Constituciones de 1723", y algunos van mucho más allá recurriendo a teorías antropológicas de nula base científica y de fascistas reminiscencias que ahora me ahorraré comentar.

Estas posturas intentan impedir que más del 50% de la humanidad beba de las mismas fuentes del conocimiento que los hombres "libres" y nacidos de mujer.

La Constitución de Anderson salida de la imprenta de Willian Hunter, representa unos de los puntos discordantes. Es en su Sección Segunda (Obligaciones de un Francmasón, apartado III), dónde está el origen de lo que todavía hoy continúa sembrando la polémica:

"Los candidatos admitidos como miembros de la Logia, deben ser buenos y leales, nacidos libres, de edad madura y discreta, no esclavos, ni mujeres, no inmorales o escandalosos, sino de excelente reputación".

Resulta a todas luces incomprensible que una fraternidad que ha luchado contra toda clase de "dogmas", acabe por "crear" y "mantener" uno, para justificar la no participación de la mujer.

Esta postura "dogmática" se fundamenta en un párrafo de un documento producto de la mentalidad de aquellos años y elaborado por hombres de iglesia (no olvidamos la calidad de pastores protestantes de Anderson y Désaguliers), puritanos y con un concepto sobre la inteligencia y aptitudes de la mujer de su época totalmente diferente al nuestro.

Anderson excluye a las mujeres, no por una cuestión iniciática o relacionada con la "tradición", sino por un hecho histórico constatable en aquella época: las mujeres vivían y morían bajo la tutela masculina y prácticamente nadie las consideraba libres.


Refiriéndonos nuevamente a esta lectura dogmática, resulta curioso, que en el Artículo XXXIX (último de ellos) de los Reglamentos Generales, recopilados por George Payne (Segundo Gran Maestre de la Logia de Londres) el año 1.720 (tres años antes de las Constituciones de Anderson), se diga:

"Cada sesión anual de la Gran Logia, tiene poder inherente y autoridad para hacer nuevas reglamentaciones o alterarlas, para el beneficio real de esta antigua Fraternidad".

La aparición de la Masonería moderna o especulativa en 1717, con la organización de la Gran Logia de Londres supuso una desviación de la tradición masónica anterior.

Años más tarde este hecho generó la revuelta de los masones operativos liderados por el hermano Laurence Dermott, quien constituyó la Gran Logia de los "Antiguos" según las viejas instituciones.

Es innegable que la fuente de la "tradición" masónica radica en la Masonería operativa anterior a 1717, de donde se deduce que la Gran Logia de Londres era cismática e irregular "ab initio". Por lo tanto, hablar de los conceptos de regularidad y legitimidad resulta un tanto compleja y delicada.

Sin embargo la evolución es absolutamente necesaria siempre que se conserve aquello que es "esencial" para determinar el pensamiento masónico, y curiosamente, algunas propuestas concretas que pueden parecer innovadoras, ya eran de aplicación en la tradición masónica antigua.

Pero ahora vemos que el problema generador de división masónica alrededor del concepto "regularidad", responsable entre otras diferencias, de la no aceptación de la mujer como miembro de nuestra Augusta Orden, se reduce a la clasificación que ciertas Obediencias reservan para otras en función de su origen, Ritos y creencias.

Dejemos estas prácticas de lado y volvamos a las bases del ideario masónico, reconozcamos y devolvamos los derechos que pertenecen a la mujer tanto por sus cualidades como por justicia universal, y hagamos operativo este sentimiento igualitario para todos los seres humanos en cualquier situación que así lo requiera.

Si se pudo evolucionar hacia nuevas prácticas en 1717 solo la voluntad impide reconocer a las hermanas en 2007. ¡Féliz año nuevo!

Christian Gadea Saguier
© Blog Los Arquitectos

Crítica a la masonería "regular" ante su posición contra la mujer

Ante todo reciban mis disculpas al no actualizar el blog, pero resulta que estuve la semana pasada en Ecuador participando de un seminario internacional sobre periodismo digital, evento organizado por la Organización de Estados Americanos (OEA).

En la oportunidad estuve trabajando con los hermanos de la Gran Logia Equinoccial del Ecuador. Participé del gran evento del año, la ceremonia de aniversario donde lanzaron un libro sobre el Laicismo en Ecuador, pero esto será tema de otro post.

Durante mi estadía en Quito participé del debate que gira en las listas de masonería que se autoproclaman "regulares". El tema de la mujer surgió debido al mail enviado por un hermano paraguayo a quien reconozco y estimo. En su post habló de las bondades de las mujeres masonas y por ello fue duramente fustigado.

Particularmente estoy afiliado a una obediencia "regular" pero no por ello dejo de compartir mi interés por promover una masonería femenina y mixta. En este estado hay diversas aproximaciones al papel de la mujer con relación a la masonería.

La respuesta de la masonería "regular", según el moderador de la lista "masonería" en Yahoo, es la que determina que la mujer es la compañera del masón-hombre, y como tal tiene el deber de apoyarlo; con dicha finalidad se han creado diversas instituciones como las Estrellas del Oriente o Eastern Star, la que permite que las damas se reúnan, dirigidas por una Matrona, y apoyadas por dos Patrones, los que generalmente son dos Past Master o Ex-Venerables, como se les denomina en algunos Orientes. En dicha institución las damas tienen su propio ritual, su propia denominación y oficiales, todos los cargos tienen una finalidad, la de mejorar su función dentro de la familia, en la sociedad y en su importante papel de educadora de sus hijos, buscando la fraternidad entre ellas y al mejorarse, también mejorar todo su ámbito personal y de relaciones a todos los niveles.

El moderador agrega que para las jóvenes existen las "Rainbow Girls" o "Niñas del Arco iris", membresía de 13 a 21 anos, el cual tiene también su propio ritual y organización, puliendo el carácter y mejorando su actitud ante lo que les rodea, comparable a la Orden "De Molay" existente entre los jóvenes. Fuera de este contexto existen algunas otras Órdenes estrictamente femeninas que han sido aprobadas y probadas por la masoneria "regular", concluye el hermano radicado en Miami.

"La decisión del hermano B.S.M. tiene un camino muy claro, o se alinea dentro de la masonería regular y acoge sus principios o terminara a corto o largo plazo siendo expulsado de y acogido en la masonería irregular”. Esta amenaza la hicieron llegar al hermano. Vaya amplitud de pensamiento, parecen el Vaticano, pues si no estás con ellos, estás en contra, vamos.

Claro, hay que entender que el tema de la prohibición de la mujer en la masonería "regular" es una regla inglesa, pero veremos que la realidad no es tal en la mayoría del mundo. Algunos hermanos que participaron del debate consideran que la actitud de quienes promovemos a la mujer atenta contra la masonería, pero que dogmática posición.

Es claro que en la masonería autodenominada "regular" todo hermano tiene como deber luego de su juramento, no asistir a una logia irregular (Logias femeninas y mixtas). Las mujeres según un hermano de la lista, reciben con amor el sublime mensaje que sus esposos los masones aprenden cada día en sus talleres y ellas ayudan a transmitírselo primero a los hijos y luego lo van regando a largo del camino por venir. La pregunta que queda pendiente es por qué ella, la mujer, no puede adquirir de primera fuente los conocimientos masónicos.

Yo entiendo diferente el caso. Considero que la mujer debe tener igual participación en los trabajos masónicos, ya sea desde una logia femenina o una mixta, da igual, acaso no todos somos seres humanos e iguales. Aquellos que argumentan que es una tema de "energía" van contra la misma naturaleza, pues hasta el momento la vida solo de da por medio de la unión de la mujer y el hombre.

¡Hermanas sean bienvenidas a la masonería!


Christian Gadea Saguier
© Blog Los Arquitectos