De esta manera, en julio de 1935, Salvador Allende, el que fuera presidente del Gobierno chileno, solicitó su ingreso en la Logia Progreso #4, de Valparaíso. Tras la solicitud, se sucedieron las entrevistas e informes de rigor que culminaron con la iniciación de Allende el 16 de diciembre de ese mismo año, a las 18.30.
Mi contacto con Salvador Allende ocurrió en París, en 2004, cuando estuve trabajando para Radio Francia Internacional. En esa época frecuentaba las logias del Gran Oriente de Francia y en una oportunidad, recorriendo la biblioteca y el museo, me topé con el mandil del hermano Allende.
Ser nieto de un ex Serenísimo Gran Maestro de la Gran Logia de Chile e hijo de otro masón fueron elementos excepcionales en su candidatura, a los que se sumaron sus cualidades personales y su deseo constante de trabajar por la sociedad.
Salvador Allende nació en Santiago de Chile el 26 de junio de 1908. Después de vivir en varias ciudades se radica en Valparaíso y en 1926 ingresa en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile.
Su vida universitaria se caracteriza por una gran actividad desarrollada en torno a los ideales de los estudiantes de aquella época, integrando dos grupos de opinión: Avance y El Vanguardia. En una de sus actuaciones fue expulsado como estudiante de Medicina y readmitido un año después, terminando sus estudios en 1933.
Su connotación política estuvo determinada por su admiración por dos grandes masones chilenos: Marmaduque Grove, muy vinculado a su familia y fundador del Partido Socialista; y por su abuelo, Ramón Allende Padín, conocido por sus ideas revolucionarias y fundador de la primera escuela laica de Chile.
La concepción masónica, el compromiso político y la actividad médica de Salvador Allende constituyeron los tres pilares fundamentales de una vida cuyo objetivo era aportar algo a los demás, tal y como lo expresó durante su iniciación masónica: "El hombre es sólo un engranaje del conglomerado social, por lo tanto, su vida debe estar a su servicio, o sea, al serviciode sus semejantes".
De esta manera, su aspiración a la justicia social se manifiesta nítidamente a través del respeto al derecho de los demás y a los afanes por impulsar el perfeccionamiento espiritual, moral y material de la sociedad.
Sin embargo, su compromiso político causó alguna reticencia en su ámbito masónico, lo que no impidió que él se sintiera siempre masón, con una sensación que él mismo manifestó tras el momento iniciático: "Cuando la venda cayó de mis ojos y pude observar las espadas dirigidas a quien veía por primera vez la luz masónica y oía las palabras del Venerable Maestro, pude entender que esa era una expresión de profunda y honda solidaridad, para hacerle presente al iniciado que sus hermanos estarían prestos para acudir en su ayuda si el caso así lo requiriera".
Desde aquel momento, Allende intentó trasladar sus ideales masónicos a su acción en el mundo profano, visualizando en sus compromisos ideológicos una identidad muy cercana entre los principios de libertad, igualdad y fraternidad que propugna la Masonería no como concepciones abstractas sino como enfrentamientos con la realidad. Así, los objetivos de sus ideas socialistas buscaban la justicia social aplicando los mismos principios.
Persiguiendo este fin, se afianzó en el Partido Socialista, que lo llevaría como diputado al Congreso Nacional en el año 1937, para ocupar el Ministerio de Sanidad durante el Gobierno del también masón Pedro Aguirre Cerda.
Pero estas ocupaciones lo alejan de Valparaíso, por lo que para continuar su actividad masónica solicita cambio de Logia, afiliándose a la Logia Hiram #65, en Santiago de Chile, el 8 de noviembre de 1940. En ella alcanzará el grado de Maestro y se verá acompañado en sus venidas por un buen número de hermanos de militancia socialista.
Sin embargo, ocurrió algo aparentemente contradictorio. En un Congreso del partido realizado en Chillán, algunos sectores presentaron una moción por la que declaraban la incompatibilidad entre la militancia socialista y la pertenencia a la Masonería, olvidando, por ejemplo, que dos de los fundadores del socialismo chileno habían sido masones: Grove y Matte. Ante esta situación, Allende intervino demoliendo los argumentos de antimasonería y dando una lección iniciática y de socialismo. En 1965 escribiría: "Tengo conciencia de que, dentro y fuera de los talleres, me comporté como un masón".
Sus problemas no terminarían ahí y una crisis sobre la filosofía masónica y la realidad le llevaron a un periodo de reflexión tras el que en 1965 presentó una carta renunciando a su afiliación masónica. Pero los hermanos de la Logia Hiram rechazaron unánimemente su renuncia, invitándolo a permanecer en sus filas, tras lo cual Allende no persistió en su renuncia y continuó dentro de la Institución.
A lo largo de su vida, Salvador Allende argumentaría las razones que le llevaron a ingresar en la orden masónica: "De ambiente familiar sin prejuicios dogmáticos y atraído por el papel de los masones desde los albores de la independencia; por la dura tarea de la Orden en su inalterable lucha con el mal y por el bien; por la acción profana de las instituciones en sus afanes de eliminar la desigualdad social; por sus esfuerzos para barrer la intolerancia y superar el oscurantismo y por imponer un régimen de igualdad de derechos y de expectativas para todos los hombres, ingresé en la Orden".
Hasta su muerte, el 11 de setiembre de 1973, Salvador Allende intentó llevar a la práctica su deseo de ser útil para la humanidad y, pese a las discrepancias propias del género humano, se puede decir que lo consiguió como masón, político y médico, pero, sobre todo, como hombre.
La carta de Allende
"Pienso, mirando hacia el comienzo de mi vida, y aún joven, que no recibí con facilidad el derecho de ser miembro de la Gran Logia de Chile, porque había sido un estudiante rebelde.
"Pienso, mirando hacia el comienzo de mi vida, y aún joven, que no recibí con facilidad el derecho de ser miembro de la Gran Logia de Chile, porque había sido un estudiante rebelde.
Y si golpeé las puertas de la logia Progreso #4 de Valparaíso, lo hice con la profunda convicción y teniendo el acervo de los principios masónicos inculcados en mi hogar y com mi padre, el querido hermano Ramón Allende Padilla Huelvo, quien fue Serenísimo Gran Maestro de la Gran Logia de Chile y fundador de la logia cuyas puertas se abrieron para mí en Valparaíso, siendo la segunda en el país.
Tengo plena conciencia de que la Orden no es ni una secta, ni es un partido. Que al desbastar el hombre la piedra bruta, se preparará para actuar en el mundo profano y es obligación de los masones actuar en él sobre las bases de los principios permanentes de la masonería.
Por eso no diré para agradecer, porque me parece que ese es un término impropio entre hermanos, sino para testimoniar el contenido generoso de las palabras del Soberano Gran Comendador y del Serenísimo Gran Maestro para un hermano que tengo que recordar también la noche de mi iniciación, cuando oí por vez primera, en el ritual, que los hombres sin principios y sin ideas arraigadas, son como las embarcaciones que roto su timón, se estrellan contra los arrecifes.
También supe que en nuestra Orden no había ni jerarquías sociales ni fortunas. Por eso desde el primer instante se fortaleció mi convicción de que los principios de la Orden, proyectados al mundo profano, podían y debían significar una contribución al gran proceso renovador y bullente, que buscan los pueblos en todo el orbe y, sobre todo, los pueblos de este continente cuya dependencia política y económica acentúa la tragedia dolorosa de los países en vía de desarrollo.
Por eso, teniendo la seguridad de que la tolerancia es una de las virtudes más profundas y sólidas, a lo largo de mi vida masónica, que alcanza ya a los 33 años, planteé en las planchas masónicas en las diversas logias de mi patria la seguridad, cierta para mí, de que podía coexistir dentro de los templos con mis hermanos, a pesar de que para muchos era difícil imaginar que lo pudiera hacer un hombre que en la vida profana públicamente dice que es marxista.
Este hecho, comprendido dentro de las logias, fue muchas veces incomprendido en mi propio partido. Más de una vez en los congresos del partido que fundara nada menos que un ex Serenísimo Gran Maestro de la Orden Masónica de Chile, Eugenio Matto Hurtado, se planteó la incompatibilidad entre ser masón y ser socialista. Es más dura la intolerancia en los partidos políticos.
Yo sostuve mi derecho a ser masón y ser socialista. Manifesté públicamente en esos congresos, que si se planteaba esa incompatibilidad, dejaría de ser militante del partido socialista, aunque jamás dejaría de ser socialista en cuanto a ideas y principios; de la misma manera, sostuve que el día que en la Orden se planteara, cosa que no me podía imaginar, la incompatibilidad entre mi ideario y mi doctrina marxista y ser masón, dejaría los talleres, convencido de que la tolerancia no era una virtud practicada.
He podido sortear esta realidad y creo que tan solo puedo ofrecer a los hermanos de la Gran Logia de Colombia una vida leal a los principios de la Orden, dentro de ella, y en el mundo profano.
Durante muchos años, desde estudiante, que supo de la cárcel y de la exclusión de la universidad y de la relegación, hasta hoy, he sido consecuente con mis convicciones. Mis batallas en un mundo político convulsionado, pero en un país que políticamente ha alcanzado altos niveles, a veces sin ninguna posibilidad y seguro de ello, de llegar al solio de los presidentes de Chile.
Me interesaba abrir un surco, sembrar una semilla, regarla con el ejemplo de una vida esforzada para que algún día diera su fruto esta siembra, no para mí, sino para mi pueblo, para el de mi patria, que necesita una existencia distinta.
Chile, si bien es cierto que es un país que políticamente ha alcanzado - como lo dijera hace un instante - niveles más altos en el desarrollo político que otros países de este continente; si bien es cierto que Chile, es un país donde la democracia burguesa ha permitido el desarrollo de todas las ideas; si bien es cierto - repito - que esto es así, ello se ha alcanzado por la lucha de los sectores populares, a fin de que se respete el derecho del hombre y las conquistas alcanzadas por el pueblo y que han sido logradas en heroicas batallas por la dignidad y por el pan. Si bien es cierto que Chile ha logrado en lo político ser un país independiente, desde el punto de vista económico no lo es; y nosotros pensamos que es fundamental alcanzar esa independencia económica para que sea nuestro país auténticamente libre en lo político.
Y pensamos que es fundamental que ello se logre, como pueblo, nación o país; así como es fundamental que el hombre de mi tierra pierda el temor a la vida, rompa con la sumisión, tenga derecho al trabajo, a la educación, a la vivienda, a la salud y a la recreación. Pensamos que el hombre de Chile tiene que vivir el contenido de palabras tan significativas y que constituyen la tríada de los fundamentos masónicos: Fraternidad, Igualdad y Fraternidad.
Hemos sostenido que no puede haber igualdad cuando unos pocos lo tienen todo y tantos no tiene nada. Pensamos que no puede haber fraternidad cuando la explotación del hombre por el hombre es la característica de un régimen o de un sistema. Porque la libertad abstracta debe dar paso a la libertad concreta. Por eso hemos luchado.
Sabemos que es dura la tarea y tenemos conciencia de que cada país tiene su propia realidad, su propia modalidad, su propia historia, su propia idiosincrasia. Y respetamos por cierto las características que dan perfil propio a cada nación del mundo y con mayor razón a las de este Continente. Pero sabemos también, y a la plenitud de conciencia, que estas naciones emergieron rompiendo el correaje por el esfuerzo solitario de hombres que nacieron en distintas tierras, que tenían banderas diferentes, pero que se unieron bajo la misma bandera ideal, para hacer posible una América independiente y unida.
La historia nos enseña que unas pocas logias, como las Lautarianas, fueron la semilla y la simiente de las luchas emancipadoras, y aquí, en la Gran Logia de Colombia, puedo recordar con profunda satisfacción que Bolívar escribió a O´Higgins directamente desde Sucre, y que su palabra encontró eco en el padre de la patria nuestra, que "entregara la lección de tenacidad" cuando supo de las derrotas, pero supo también de la entereza para resarcirse de ellas; y en tierra hermana argentina buscara junto a San Martín, la posibilidad de la batalla decisiva que liberara a Chile; y tuvo la visión en el Cono Sur de la América que tuvo Bolívar en su ansia justa, para el resto del Continente.
Por eso, un día 20 de agosto, desde la Rada de Valparaíso despidió con estas palabras a los barcos de la expedición libertadora del Perú: "De estas cuatro tablas depende el porvenir de América".
Fueron soldados de Chile y Argentina los que contribuyeron a la liberación del Perú. Por eso, con modestia en la dimensión de la realidad, y sabiendo que en el mundo contemporáneo, más que el hombre, son los pueblos los que deben ser y son los actores fundamentales de la historia, busqué la posibilidad de hacer que este pueblo, el de Chile, tomara conciencia de su propia fuerza y supiera encontrar su propio camino.
No ha habido, por lo tanto, más que un aporte en lo personal. Han sido las masas populares chilenas, las mayorías nacionales, integradas por campesinos y obreros, por estudiantes, empleados, técnicos, profesionales, intelectuales y artistas; han sido ateos y creyentes, masones y cristianos, laicos; han sido hombres con definición política en partidos centenarios, como el radical, o sin domicilio político, los que convergieron en un programa que levantó la voluntad combatiente de las masas chilenas, para enfrentar al reformismo de la democracia cristiana y a la candidatura que representaba lo tradicional del capitalismo del señor Jorge Alessandri.
Chile, por lo tanto, vivió la etapa prolongada y no estéril de los gobiernos típicamente capitalistas. Digo no estéril, porque he sostenido que nuestro país ha sido o es uno de aquellos en que la democracia burguesa ha funcionado propiamente como tal.
Las instituciones chilenas tienen una firmeza más que centenaria; y este año el congreso de mi patria, del cual formé parte durante 27 años, dos años como Diputado y 25 como Senador, va a cumplir 160 años, casi en ininterrumpida labor. Yo diría de ininterrumpida labor. Por eso no renegamos de lo que antes se hizo, pero comprendemos que el camino de ayer no puede ser el mismo camino de mañana. Por eso en el proceso político al viejo sistema sucedió la brillante esperanza, sembrada demagógicamente, de una revolución y libertad caracterizadas por el reformismo de la democracia cristiana.
Tampoco niego que ese gobierno, al cual sucede el gobierno del pueblo, no hiciera avances en el campo económico, social y político; pero siempre están en pié los grandes déficit que caracteriza la existencia de pueblos como los nuestros: vivienda, trabajo, salud,educación. No hay ningún país en vía de desarrollo que haya logrado solucionar cualquiera estos rubros esenciales y menos en este continente donde un vasto sector humano ha sido negado y desconocido; sean los descendientes de Atahualpa o los hijos de Lautaro en mi Patria, el heróico arauco, el mapuche, el indio, el mestizo; han sido y, lamentablemente, a pesar de que dieron la simiente de nuestra raza, preteridos, postergados y aún negados en muchos países.
Por eso nuestro combate y nuestra decisión tenían que ser no un cambio político, no el traspaso del gobierno de un hombre a otro, sino la entrega de un régimen a un pueblo que quiere la transformación profunda en lo económico, en lo político y en lo social. Para abrir el camino dentro de su legitimo derecho al socialismo, Chile - he dicho, Serenísimo Gran Maestro - tiene su propia historia, como la tienen los otros pueblos con sus propias características. Y Colombia sella como Chile su vocación democrática y libertaria.
Pero nosotros vivimos en 1938 una etapa distinta a todos los pueblos de este continente y a la mayoría de los pueblos de Europa y de otros continentes. Chile fue uno de los tres países del mundo en que hubo un "Frente Popular". Y un masón radical, Pedro Aguirre Zerda, alcanzaba el poder por las fases políticas del entendimiento entre el partido radical, más que centenario, y los partidos marxista, comunista, socialista y el partido democrático.
En mi Patria, y más allá de mi Patria, se combatió la posibilidad de la victoria del Frente Popular. Se echaron a vuelo las campanas del terror y del pánico. Se habló de los " tontos útiles" para decir que los comunistas y los socialistas se aprovecharían de los radicales para instaurar una dictadura. Y Aguirre Zerda, radical de derecha, se engrandeció en el ejercicio del poder porque vitalizó el contacto con el pueblo y su lealtad hacia él.
Y cuando un día aciago, soldados que no respetaron el compromiso contraído con su conciencia y con la Constitución política, se levantaron con el pretexto fútil de que un trapo rojo ondeaba en la Moneda de Chile, porque un pabellón partidario se había apoyado en su muralla, fue el pueblo el que rodeó los cuarteles. Fue el pueblo sin armas el que los obligó a rendirse, sin que sus heroicos soldados dispararan un solo tiro frente a una multitud dispuesta a defender a un radical masón, pero maestro y estadista.
Por eso en la raíz del proceso de la evolución política chilena, hay antecedentes que no tienen otros paralelos, y por eso se hace difícil entender lo que hoy acontece en mi Patria; y por eso es raro que hoy se tema la presencia de un masón o de un socialista en el gobierno de Chile. La verdad es, Serenísimo Gran Maestro, que nadie en mi Patria, ni más allá de las fronteras, puede llamarse a engaño.
Durante más de un año dimos a conocer el programa de la Unidad Popular- repito- integrada por laicos, marxistas y cristianos, por hombres de la pluma, del arado y del riel. Nadie que lo quiso, dejó de conocer por qué luchábamos y para qué luchábamos. Siempre sostuve que era difícil ganar en las elecciones, que era más difícil asumir el gobierno, que aún era más difícil construir el socialismo.
Siempre expresé que esa era tarea que no la podía hacer un hombre o un grupo de partidos, sino un pueblo organizado, disciplinado, consciente, responsable de su gran tarea histórica, y los hechos han comprobado lo que yo sostuviera. Fuimos tan combatidos como en el año 38. Y yo, que he sido varias veces candidato, tengo la experiencia de hasta qué métodos se recurre para impedir el avance de los pueblos.
Una impresionante cruzada se gestó en el 69 para diseminar el pánico de la persecución religiosa, el temor de que fueran eliminadas las fuerzas armadas de Chile, de que fuese suprimido el Cuerpo de Carabineros; argumentos sencillos, pero capaces con su maldad encubierta, de ser asimilados para negarnos los votos que necesitábamos.
Siempre sostuve que cada país, de acuerdo con su propia realidad, debía buscar el camino. Por lo tanto, agregué que, desde el punto de vista teórico, para mí por lo menos, el foco guerrillero, la insurgencia armada, el pueblo en armas o las elecciones, eran caminos que podrían elegir los pueblos dentro de su propia realidad. Yo no tengo ambages en decirlo.
Hay países en que nadie se puede imaginar que puede haber elecciones porque no hay congreso, ni partidos ni organizaciones sindicales. Por eso pisamos ese sendero dentro de las leyes de la democracia burguesa, comprometidos a respetarlas, pero al mismo tiempo a transformarlas, para hacer posible que el hombre de Chile tenga una existencia distinta y que Chile sea auténticamente una Patria para todos los chilenos.
Hemos planteado una revolución auténticamente chilena, hecha por chilenos, para Chile. No exportamos la revolución chilena, por razones muy sencillas: porque algo sabemos de las características de cada país. Para exportar democracia y libertad tiene que haber algunas condiciones que no tienen la inmensa mayoría de los pueblos latinoamericanos.
Por eso es que entre hermanos, en la Gran Logia de Colombia, pueden darse cuenta ahora de la sinceridad de nuestra postura de no intervención. Es la entrega franca del planteamiento de un Hermano, frente a Hermanos. La batalla nuestra es muy dura y muy difícil porque, indiscutiblemente, para elevar las condiciones de vida de nuestro pueblo, necesitamos hacer las grandes transformaciones revolucionarias que hieren intereses: intereses foráneos, el capital extranjero, intereses imperialistas, intereses nacionales de los monopolios y de la alta banca.
Estamos convencidos de que no podremos derrotar el retraso y la ignorancia, y la miseria, moral y fisiológica, si no utilizamos los excedentes que produce nuestra propia economía para sembrarlos en escuelas, caminos, haciendas trabajadas con técnica moderna, para hacer posible - repito - el rendimiento en nuestra propia patria, de lo que legítimamente nos pertenece.
Solo puedo ilustrar, para que se entienda nuestra posición, el caso de Chile, con el cobre, por ejemplo: riqueza fundamental, pilar de nuestra economía, representa el 82% del presupuesto de divisas del país, y nos da el 24% del ingreso fiscal, Serenísimo Gran Maestro. Y esto ha estado manejado por manos que no son chilenas.
La inversión inicial de las compañías americanas del cobre no superó hace 50 años los 13 millones de dólares; y a lo largo de estos años han salido de Chile 3.200 millones de dólares para ir a fortalecer a los grandes imperios industriales. En estas condiciones, ¿cómo podemos progresar? ¿Cómo un pueblo que tiene las más grandes reservas de cobre del mundo y la más grande mina del mundo que es Chuquicamata, no puede controlar ni los precios, ni los niveles de producción, ni los mercados, cuando la variación en un centavo en el precio de la libra de cobre representa un mayor y nuevo ingreso para Chile de 12 millones de dólares? ¿Cómo es posible, que ese que yo he llamado con razón el sueldo de Chile, sea manejado por manos que no son chilenas?.
Yo declaro que en esta actitud nuestra de rescate de nuestras riquezas fundamentales no hay, queridos hermanos una actitud ni discriminatoria ni contraria a los pueblos. Respetamos a los Estados Unidos como nación; sabemos su historia y comprendemos perfectamente bien la frase de Lincoln cuando dijo: "Esta nación - refiriéndose a su patria - es mitad esclava y mitad libre". Esa misma palabra, esa misma frase, puede aplicarse a nuestros pueblos aparentemente libres
pero esclavos en la realidad moderna. Por eso hemos luchado y por eso somos combatidos.
He puesto el ejemplo del cobre y podría hablar del hierro, del acero, del carbón y del salitre, y podría hablar de la tierra. En un país que puede alimentar a 20 millones de habitantes o más, se tiene que importar todos los años carne, trigo, grasa, mantequilla y aceite, por un valor superior a los 180 o 200 millones de dólares. Si continuara el proceso de aumento vegetativo de la población a razón del 2.9% al año, y no aumentara la producción agrícola, en el año 2000 Chile tendría que importar mil millones de dólares en alimentos. Y todo el comercio exterior de Chile en este instante, Serenísimo Gran Maestro, son 1.200 millones de dólares, de los cuales el cobre representa 1.030 millones.
En estas condiciones tampoco podría estar ausente de la mente nuestra, la necesidad de un profunda reforma agraria, que es parte del proceso de desarrollo económico de un país, y que no es sólo el cambio de propiedad de la tierra sino la elevación del nivel intelectual y moral del trabajador de la tierra. Nosotros hemos hecho nuestra la frase de Tupac-Amaru, el cacique del Perú, cuando dijo a sus indios: "El patrono no comerá más de tu hambre".
Hemos querido efectivamente que el trabajador de la tierra sea el que tenga derecho también a comer lo que la tierra produce. Y yo, que soy médico, y que he sido cinco años Presidente del Colegio Médico de Chile, siendo combatiente senador socialista, que sé lo que es la vida gremial, y que puedo decir con satisfacción a mis hermanos que los médicos de mi Patria me respetaron y me respetan, puedo señalar con dolor chileno, lo que seguramente también pasa en otros pueblos: 600.000 niños de mi patria, Serenísimo Gran Maestro, que ha alcanzado el nivel político que he mostrado aquí, son retrasados mentales, porque no recibieron proteínas en los primeros seis meses de su existencia.
Frente a estas realidades no cabe el conformismo. Frente a este panorama cabe la explicación en el mundo profano de los principios que a mí me enseñaron y aprendí en la Orden. Por eso he combatido, y por eso, no en lo personal, sino en función de vocero de un pueblo, soy Presidente de mi Patria, para cumplir sin vacilaciones el programa que levantara la frente al pueblo; porque tengo un compromiso ante mi conciencia, y es un compromiso de un masón frente a la conciencia de un masón, y tengo un compromiso con la historia y tengo un compromiso con mi Patria.
Esto va significar represalias. Herir intereses es duro, y que esos intereses se defienden, lo sabemos y ya lo estamos viendo. Pero, ¿hasta dónde los pueblos de este Continente van a aceptar que seamos manejados por control remoto? Durante 20 años se ha hablado del Fondo Monetario Internacional, de la convertibilidad de la moneda en oro.
Y de la noche a la mañana, cuando le interesa al país hegemónico, se cambian las reglas del juego y se golpean nuestras débiles economías. Durante 15 o 20 años hemos visto que a las Naciones Unidas no puede ingresar la República Popular China, país de 900 millones de habitantes. Pero cuando conviene al problema interno de un país, en vísperas de elecciones, se puede decir que se reconocerá a China y puede viajar el Presidente de los Estados Unidos a conversar con Mao Tse Tung.
Pero nosotros no podemos hacerlo antes. ¿Hasta cuándo no vamos a ver nosotros que tenemos derecho a trazar nuestro propio camino, a recorrer nuestro propio sendero, a tomar las banderas libertarias de los próceres de este Continente para convertirlas en realidad, porque esa es la tarea que nos entregaron? Si eso es ser revolucionario, yo lo soy, pero si eso es ser masón, también sostengo que lo soy.
Por eso puedo decirles también a los queridos hermanos de la Gran Logia de Colombia: en mi patria no hay un hombre encarcelado; en mi patria no hay un preso político; en mi patria se respetan todos los derechos. Y esta noche he tenido el agrado de llegar a este Templo acompañado del Embajador de Chile en Colombia, querdio hermano Hernán Gutiérrez. Viene también con nosotros el Director General de Carabineros, General José María Sepúlveda que es también un hermano nuestro, y él sabe perfectamente bien, como lo sabe el Q:. H:. Gutiérrez, que es cierto lo que estoy diciendo.
Y si hubiere todavía que buscar un testimonio, aquí está presente un H:. que vio aquí la luz masónica, porque es colombiano, que es embajador de Colombia en Chile, que no ha olvidado que es masón y que yo tuve el agrado y la suerte de estrechar su mano después de ser triunfante en las urnas, dentro de un Templo Masónico, donde llegó siendo diplomático como llega Gutiérrez a cumplir en las Logias con su obligación masónica.
Por eso sostengo que frente al clima artificial creado antes o durante la elección, seguirán hechos mucho más duros, que tenemos que confrontar. Pero si hay gobernantes o gobiernos que creen que es legítimo defender los intereses de unos pocos, por muy grandes que sean, yo sostengo el derecho a defender el interés de mi pueblo y de mi Patria frente a los intereses de unos pocos.
Si alguien piensa que, a estas alturas de la vida, la amenaza material puede doblegar a los pueblos, se equivoca. Estados Unidos tiene que aprender la lección de Vietnam. Y la lección de Vietnam es una lección para todos los países pequeños, porque es la lección del heroísmo y la dignidad.
Y nosotros debemos entender que hay países que gastan cien mil millones de dólares al año en una guerra, en un continente que no es el suyo, para impedir que un pueblo se dé el destino que quiera, frente a una América Latina que tiene que estar con manos tendidas e implorantes, para conseguir empréstitos pequeños, gotas de leche de la gran ubre del país más poderoso del capitalismo; en circunstancias que de este Continente, en la última década, han salido muchos más millones por amortización de las utilidades e intereses, que los que ingresan como aporte de capitales. América Latina, continente pobre, es exportador de capitales, frente a la realidad del país más poderoso del mundo, del capitalismo internacional.
Es por eso que ésta es nuestra lucha, y es por eso que uso éste lenguaje que es un lenguaje de claridad, como es la obligación de hacerlo frente a mis Hermanos. Es una lucha frontal que no sólo será en Chile; que está dándose en todas partes del mundo, porque vivimos el minuto trascendente en que los viejos sistemas crujen, y es obligación nuestra mirar con ojos abiertos lo que va a ocurrir mañana, para analizar si somos capaces de encontrar los cauces que permitan a las grandes masas continuar un camino que no sea el de la violencia innecesaria y del costo del capital elevado.
Yo lo he dicho en mi país, y lo repito aquí en el seno de los Hermanos de Colombia: yo no soy una represa, pero sí soy el cauce para que el pueblo pueda caminar con la seguridad de que sus derechos serán respetados. No pueden detenerse las avalanchas de la historia.
No pueden las leyes represivas calmar el hambre de los pueblos. Transitoriamente podrán aplazarse algunos años; y quizá hasta una generación, pero tarde o temprano se rompen los diques y la marea humana inunda, pero esta vez con violencia - y a mi juicio justa - porque también su hambre y sufrimiento son más que milenarios en algunas partes, y centenarios, por lo menos en nuestro Continente.
Si viejas instituciones como la iglesia ven transformarse el contenido de su propia existencia; si los obispos reunidos en Medellín hablan un lenguaje que pudiera haber sido revolucionario hace 5 o 10 años atrás, es porque comprenden que el verbo de Cristo tienen que recuperarlo para que la iglesia se salve como institución, porque si la ven siempre comprometida con los intereses de unos pocos, nadie va a creer mañana en la verdad de la enseñanza del que la dio: el Maestro de Galilea, considerado por mí, por lo menos como hombre.
Es por eso que yo pienso y sueño. Sueño en la noche de la iniciación, cuando recordaba estas palabras: que los hombres sin ideas arraigadas y sin principios, son como las embarcaciones, que perdido el timón, encallan en los arrecifes.
Yo quiero que los hermanos de Colombia sepan que no voy a perder el timón de mis principios masónicos. Es más difícil hacer una revolución en que no haya costo social y es duro estrellarse contra poderosos intereses internacionales y poderosos intereses nacionales.
Pero lo único que quiero es llegar mañana, cumplido mi mandato, y entrar por la puerta de mi templo, como he entrado ahora siendo Presidente de Chile.
Christian Gadea Saguier
Nuevamente lo felicito por tan buen articulo, especialmente dedicado a un ex-presidente de chile y mason de tan larga trayectoria.
ResponderEliminarEso si me permito corregirle, ya que el segundo apellido del ex-presindente Pedro Aguirres Cerda no es con "Z".
Q:.H:. Me sumo a los comentarios del q:.h:. Carlos Vera y lo digo "de veras" porque habéis dado un nuevo golpe de mazo y cincel sobre la piedra bruta. Mientras vos escribes, yo aprendo...Muchas Gracias (juandelacruzsolar@gmail.com)
ResponderEliminarEl H.·. Allende era entre otras cosas un gran orador.
ResponderEliminarSus sueños nunca se cumplieron, Por que al Q.·.H.·. Allende, lo sobrepasaron sus ideales y sus propios "compañeros", perdió el control total del país, y su postura favorable a los metodos violentos, solo cosecho muerte, odio y resentimiento.
Hermosos ideales de un Hermano, con un resultado tan tragico y nefasto como fue en todos los paises de la Orbita Socialista y Comunista, y en los paises intervenidos por los militares.
No son los ideales nobles de la masonería, levados adelante por el Q.: H.: Allende los que llevaron a la fractura cívica de mi país, sino los “valores” de la derecha nacionalista y militarista. Nada tiene que ver la concreción de un proyecto libertario con la barbarie, no debemos confundirnos QQ.: H.:. La barbarie viene aparejada del autoritarismo, el clasismo, la desigualdad social y el total desprecio a la democracia. Por ello no hay lugar para ningún tipo de derecha dentro de la masonería.
ResponderEliminarSaludos desde Valparaíso, el puerto de Allende.
P.A.N.
Que tal, un gusto leer escritos tan llenos y complementados de información, como sólo un buen periodista puede hacerlo, soy AJEF del or.: de Cuernavaca, Morelos, México y estudio ciencias de la comunicacion y dejeme decirle que leer a alguien como usted me llena de ganas de hacer las cosas bien y seguir adelante, es maravilloso ver como una institucion tan noble puede consumar y juntar seres humanos tan comprometidos por la profesión de periodista... le dejo mi correo y espero tener contacto con usted... hasta pronto
ResponderEliminartrisha_mp@hotmail.com
Simón arrechider A:.M:. S:.F:.U:.
ResponderEliminarEsta carta de allende arropa el más hermoso mensaje masónico desde el punto de vista
latinoamericano, es una secuencia repetitiva el método aplicado por los estados unidos en Latinoamérica hoy casi 50 años después de ser escrita esta carta nos damos cuenta de eso. La claridad que tenía el H:. Allende de vislumbrar esos escenarios que eran tapados por los medios de comunicación que son manejados en su mayoría por USA, En Venezuela nos dimos cuenta ahora estas realidades mientras leía esta carta puede ver varios episodios por el cual arremete la burguesía venezolana y el imperio norteamericano que en su momento arremetió contra chile hoy Venezuela decidió a regirse bajo los 3 principios de la masonería L:.I:.F:. Seà reivindicado los derechos de las mayorías es por eso que la lucha de allende no fue en vano los que cosecharon muerte y odio fueron esos sectores que no respetaron las reglas del la democracia que no permitieron q la igualdad sea un estandarte por q ellos son los privilegiados y quieren q sea así pero gracias a allende a llegado la hora de nuestros pueblo la hora de la unión latinoamericana la hora de la construcción de nuevo mundo y de un nuevo hombre .
Estimados todos:
ResponderEliminarHe leído el trabajo, como cada una de las intervenciones ... todas interesantísimas. Me parece, eso sí, que Allende dejó por breves instantes la Mas., y ello ocurrió (lógicamente), cuando asumió como Pdte de Chile.
Ahora bien, comparto lo señalado lo señalado por jedog.
No entiendo lo señalado por P.A.N. "Por ello no hay lugar para ningún tipo de derecha dentro de la masonería" ... ¿...? ... parte de mi instrucción, ha sido, que dentro de la Orden, no hay ni izquierdas ni derechas ... y si cada miembro desea participar en algun partido politico determinado, esta en su derecho de hacerlo ... mientras respete las opiniones ajenas ... de hecho, no hay mas que participar acá en Temuco, Valdivia, Osorno, etc para demostrar aquello ... Por otro lado, en el Parlamento, tanto en partidos de izquierda como de derecha hay miembros de la Orden ...
Rodrigo.-
HOLA, COMO TE VA, ESTAS EN LA MASONERIA QUE GRADO TIENES?
ResponderEliminarUna consulta, partiendo de mi infinita ignorancia y ademas de no pertenecer a vuestra Orden, pero desde mi punto de vista mas profano, me surge una duda. Como la Gran Logia de Chile no se pronuncio de alguna forma, en pos de cuidar la integridad de Salvador Allende, al momento que ocurrió el Golpe de Estado o Pronunciamiento Militar, o como quieran llamarlo. Queda una cierta estela de desconfianza de vuestra Orden, cuando se vivió tan traumatica situación nacional. Créanme que desde niño he admirado la masonería, viéndola como un fuente integral de conocimiento, pero en ese mismo conocimiento que he cultivado yo, he abierto mis ojos a otras teorías de vuestra tan hermética orden, es por eso mi duda. No soy Masón, quizás nunca lo seré, porque no soy una persona influyente, ni con grandes recursos, pero no me considero menos vosotros, y estoy orgullo del desarrollo cognitivo que he logrado, es por eso que me he armado de valor y he planteado esta interrogante.
ResponderEliminarUna consulta, partiendo de mi infinita ignorancia y ademas de no pertenecer a vuestra Orden, pero desde mi punto de vista mas profano, me surge una duda. Como la Gran Logia de Chile no se pronuncio de alguna forma, en pos de cuidar la integridad de Salvador Allende, al momento que ocurrió el Golpe de Estado o Pronunciamiento Militar, o como quieran llamarlo. Queda una cierta estela de desconfianza de vuestra Orden, cuando se vivió tan traumatica situación nacional. Créanme que desde niño he admirado la masonería, viéndola como un fuente integral de conocimiento, pero en ese mismo conocimiento que he cultivado yo, he abierto mis ojos a otras teorías de vuestra tan hermética orden, es por eso mi duda. No soy Masón, quizás nunca lo seré, porque no soy una persona influyente, ni con grandes recursos, pero no me considero menos vosotros, y estoy orgullo del desarrollo cognitivo que he logrado, es por eso que me he armado de valor y he planteado esta interrogante.
ResponderEliminarQue extraño que no le hayan respondido a tan inteligente y educado planteo, no? Soy, al igual que usted un estudioso independiente de estos temas, y no soy masón, y le voy a contestar lo que pienso al respecto.
EliminarEn primer lugar, retomando el planteo de Salvador Allende, habría que preguntarse porqué EEUU, que tiene el sello de la masoneria como emblema de su billete de 1 dolar, base de la economia yanky y del mundo actúa en forma diametralmente opuesta a los ideales expresados por muchos masones ilustres como Allende,
En segundo lugar, tengamos en cuenta que según el testimonio de muchos masones Pinochet también era masón. Esto es una aparente y segunda contradicción.
Por otro lado, afirman que fueron masones personajes como San Martín, Perón, Rosas y otros próceres de la historia Argentina que combatieron los intereses imperialistas, tanto españoles,como ingleses y norteamericanos aún cuando no existe ningun documento que acredite su pertenencia a la masonería internacional, sino en algunos casos como el de San Martín, sí fundaron las logias lautarianas, que como bien dicen Mitre y Sarmiento (ambos masones indiscutibles) en sus escritos reconocen que estas logias independentistas no estaban afiliadas a la masoneria internacional.
Teniendo en cuenta lo delicado del tema por tratarse de una hermandad de operatividad secretista, sólo nos queda elaborar teorías apoyándonos en sus propios documentos, (o la falta de los mismos), y observando y estudiando en detalle las obras que estos hombres llevaron a cabo ya que como dice el nuevo testamento; por sus frutos los reconoceréis. y no tanto por lo que dicen o se dice de ellos.
sigue en el proximo comentario
La única teoría que me parece lógica para sortear todas estas contradicciones consiste en lo siguiente.
Eliminar1- La masonería responde al poder mundial y al imperio británico, del cuál EEUU es sólo su careta.
2- Hay que distinguir con mucha agudeza entre tres tipos de políticos o personajes históricos.
A: los que indudablemente fueron masones, ya sea comprobado con documentos, cartas, registros de logias, o bien su propia confesión pública. Ej: Allende, Sarmiento, B. Mitre.
B: los que no pertenecieron a la masonería pero que los masones proclaman que sí eran masones aún sin ninguna prueba. Ej: San Martín, Belgrano, Perón, Rosas, aún cuando este último acusó, persiguió y proscribió a la masonería por considerarla antipatriótica y ligada a los intereses imperiales ingleses y franceses que tanto combatió durante sus gobiernos. Y además cabe preguntarse porqué si San Martín fué masón le donó en su testamento el sable de campaña a juan Manuel de Rosas, por excelencia acérrimo enemigo del imperialismo inglés y la masonería, además de intercambiar mucha correspondencia mutua donde se deja ver la mutua admiración de ambos próceres.
C: A este último grupo pertenecen aquellos que, si bien es indudable que pertenecieron a la masonería, como Allende, tuvieron conflictos con ella al desengañarse de la misma y desviarse de su plan principal al llegar a la cumbre del poder. Pienso que ésto le ocurrió a Allende, gran conocedor de los ideales proclamados por los masones ya que fue nieto de un masón, pero una vez dentro de la orden encontró que no eran tan tolerantes con sus ideales socialistas o marxistas y cuando vieron que él sí creía en serio en esos ideales y su plan contradecía los intereses de la masonería mundial anglosajona le mandaron a su Judas, o sea, Pinochet, otro masón, pero este sí estaba alineado a sus verdaderos intereses.
Por otra parte le pregunto a Ud: si le hubiese ocurrido lo mismo que le ocurrió a este ilustre hombre, Don Salvador Allende, que quizás desde pequeño vino empapándose de esos elevados ideales transmitidos por su abuelo, una vez dentro de la orden se hubiera desengañado como él y a la vez Ud. hubiera alcanzado el cargo de presidente de su país, no habría hecho lo mismo que él hizo? o sea, primero, como se ve en su discurso dirigido a sus hermanos masones, plantear con elegante astucia e ironía que sus ideales no eran consecuentes a la hora de obrar en favor de los pueblos y las clases bajas y medias de latinoamérica, así tampoco con respecto a los intereses nacionales chilenos.
Y en segundo lugar, con su reforma agraria, finalmente profundizó la grieta ideológica entre la masonería y el socialismo, obligándolos a mancharse las manos con sangre de un hermano y dejarlos en evidencia. No sería en este caso la única salida posible para un hombre de un inmenso valor mucho mayor que el de toda una logia? Esta es mi teoría y obedecen a este patrón otros personajes que estaban relacionados con la masonería pero también se enfrentaron a ella y al imperialismo inglés y adivinen que? También los mataron, como por ejemplo: gandhi,(intimamente ligado a Annie Bessant quien pertenecía a la masonería y además era británica pero acompañó a Gandhi en su lucha contra el imperio, o simplemente era un artífice para cohercionarlo.
J.F. Kennedy, quien antes de morir en una conferencia de prensa con los grandes editores de diarios denunció que EEUU era presa de una conspiración de las sociedades secretas que manejaban el poder desde lo oculto desde el inicio de su historia. Y ya sabemos qué pasó con Kennedy,su hermano, su primo y... Marilyn Monroe.
continua en el proximo comentario
Lo mismo podríamos decir de otros que, si bien no los mataron fueron desterrados o perseguidos o difamados por los gobiernos y escritores de filiación masónica como por ejemplo San Martín, Rosas, Belgrano, o en algunos casos era más fácil decir a los cuatro vientos que eran masones, como San Martín ya que era imposible difamarlo entonces de esta manera, hablar mal de los masones sería equivalente a difamar a un hombre tan indiscutiblemente honorable como él cosa que nadie se atrevería a hacer.
EliminarPor último es lamentable que lleve tantos años de investigación llegar a esta conclusiones, ya que la información está muy oculta en unos casos y mezclada, falseada o exagerada sin fundamentos en otros, y mucha gente abandona la búsqueda de la verdad.
Espero no sea su caso.
Felicitaciones por su inteligente planteo.