El valor de las buenas costumbres

A ver, cómo le iba a explicar. Me encontraba frente a una aprendiza que por fuerzas ajenas a su voluntad nunca asistió a una reunión de instrucción luego de su ingreso a la Hermandad. Me contó que algo había leído, pero estudiando su postura, temerosa y vacilante, me cuestionaba cómo ayudarle en su primer paso.

Recurrí a la botánica y a la clásica explicación que los padres dan a sus hijos cuando éstos le preguntan de dónde salieron. La situación era similar; si bien yo no soy el padre ni su padrino, escogí tomar el ejemplo de la semilla como modelo del nuevo nacimiento.

En efecto, bien los masones nos podemos comparar con las semillas; de hecho, la palabra neófito que se utiliza para nombrar al nuevo iniciado significa “nueva planta”. Pero, lastimosamente, en la actualidad y en particular en mi país, asistimos a una realidad masónica donde muchas semillas no germinan, otras no terminan de hacerlo y las menos logran transformarse en frondosos árboles. ¿Por qué se da esta situación?

Podría especular que cada uno posee la libertad para desarrollarse a su manera, pero no debemos olvidar que tenemos un compromiso que juramos cumplir. A pesar de la voluntad e inteligencia, simbolizados en el mazo y cincel, son los más los que no terminan de brotar, ¿por qué?

La respuesta la encontré contemplando el valor de la libertad, condición preliminar para ser admitido en nuestra orden, estado necesario para todo progreso moral. Sí, la antigua y vigente frase “libre y de buenas costumbres”. Aquí llegamos al meollo de la nota que comparto, adagio que de no cumplirse detiene el progreso hacia la Luz.

Vivimos en gran parte de Occidente con gobiernos democráticos que nos garantizan el desarrollo pleno de nuestra libertad, pero muchos que desean iniciarse en nuestro Arte no comprenden a cabalidad el valor y profundidad de la exigencia. Formalmente se define la Libertad como la liberación de los prejuicios y errores, de los vicios y pasiones que hacen al ser humano un esclavo de la fatalidad.

El segundo concepto, “buenas costumbres” ¿qué son? Más que orientar la vida hacia lo más justo, elevado o ideal. Considero que al hablar de ella me refiero a la moral, que nace en el momento en que logramos la libertad entendida como la definí en el párrafo anterior. La moral vive ligada a la libertad, es juzgarse y regirse así misma.

La moral, según el filósofo francés André Comte, tiene su piedra de toque donde se juzga a sí misma; que se exige a sí misma, no en función de la mirada del otro o de tal o cual amenaza exterior, sino en nombre de una determinada concepción personal del bien y mal, del deber y de lo prohibido, de lo admisible y de lo inadmisible: el conjunto de reglas a la que uno se somete voluntariamente y por convicción, no dependiendo más que de la propia respuesta.

La moral sólo es legítima en primera persona, no es nunca para el vecino, solo vale para uno, pero su valor es universal para todo ser humano. Quiero pensar la moral como sinónimo de buenas costumbres. Hay diferentes buenas costumbres que dependen de la educación recibida, de la sociedad, de los ambientes que se frecuentan, de la cultura con la que uno se identifica. Para determinar su valor, sólo basta preguntarse qué ocurriría si uno sería el destinatario.
De allí que con las buenas costumbres determinadas es más sencillo brotar, progresar. Todo se hace más simple cuando existe el hábito y este hábito, siendo libres, es lo que nos hace masones.

Mi aprendiza no ha de leer esta nota, y si la leyese, ¿pensará que es para ella? No lo sé, no es mi intención, pero si usted siente que he movido la tierra donde habita, habré quedado satisfecho.

Christian Gadea Saguier

4 comentarios:

  1. Christian: Mi comentario es fundamentar tu plancha y estar absolutamente de acuerdo con que cada M:.es una semilla que fue tirada al surco, germinó, floreció y finalmente dió su fruto, pero no todas las semillas hacen eso, pues la mayoría se secan, quizás por falta de agua (Responsabilidad nuestra)y otras simplemente no brotan. Yo fui tirado al surco un 6 de Noviembre de 1979, próximo a cumplir 30 años y la F:.M:. es toda para mí, gracias al G:.A:.D:.U:. Es mi Palabra.-

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  2. Considero que en éstos momentos por los que está pasando la Mas.'. no basta ser libre y de buenas costumbres, es necesario que cuando consideremos la admisión de algún profano debemos visualizarlo como un Ven.'. Maest.'. en potencia no simplemente por buena voluntad, es por esa falta de visión que se dán pugnas internas y que han dejado los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad de lado, no quiero decir que sea de forma generalizada, ya que existen verdaderos Mas.'. que cumplen con su trabajo, dicho sea de paso, que cada vez son menos.

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  3. no entiendo como alguien sin etica como usted tiene el tupe de hablar de la misma...

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  4. No tendríamos que ser discretos?

    En el lugar donde radico, las formas de la masonería estan basadas directamente en la vertiente cubana, pero me parece que la francmasonería ha llegado a ser absulutista, hay que respetar las costumbres, pero no sé hasta donde el nivel progresista pueda descarar el sentido original, ni hasta donde las costumbres pueden ser modismos prejuiciosos.

    Gracias por el blog, cuidado de integrar las nociones de psicología hermetica, pues podemos entrar en controversia con algún positivista o nihilista...

    Saludos, cordiales saludos

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