
Entereza de carácter debemos tener cuando el ambiente que nos rodea trata de empujarnos hacia las aguas senagosas del vicio y la perversión; cuando en un momento decisivo se juega el honor de nuestra patria y cumple a nosotros velar por su integridad; cuando tenemos que defender los principios de la justicia tergiversados o pisoteados por los agentes del depotismo; cuando, en una palabra, asistimos al entierro del decoro humano y está en nosotros procurar su pronta restauración. Solo así podrá llamarse hombre de carácter quien, haciendo a un lado los escollos que se oponen a su paso y encarándose a ellos, vence la furia de todas las fuerzas, negativas o infamantes, en contra suya.
La juventud debe ser una fuente perenne de entereza de carácter. Su misma estructura biológica y su condición sobre la tierra la obligan a ello. Jóvenes sin entereza de carácter son como plantas sin perfume ni lozanía. Son capullos que se anuncian ya marchitos y sin el vigor necesario para ser vivificados por el sol. Es tan importante la entereza de carácter en la juventud, que una de las más reputadas Universidades de los Estados Unidos en su frontispicio está la leyenda: "Si has perdido la fortuna, has perdido algo; si has perdido la salud, has perdido mucho; si has perdido el carácter, lo perdiste todo". Por eso la juventud debe situarse siempre sobre una plataforma, substancial y definitiva, de entereza de carácter. Así fueron los antiguos griegos, y es la razón por lo que la historia señala sus ejemplos como constructivos para la Humanidad.
En las Vidas Paralelas, de Plutarco, encontramos verdaderos ejemplares de entereza de carácter. También los tenemos en la Edad Media, y con ellos debemos recordar el sacrificio de Miguel de Servet y la fuerza moral de Castellio al protestar por el crimen que se consumaba en la persona de aquel hombre justo. Los nombres de Washington, Jefferson, Bolívar, San Martín, Morazán, Lincoln, Juárez y tantos más, testigos son de la presencia de nuestra América en ese sentido. Este es el ejemplo que debemos imitar.
Muy buen articulo QH:,
ResponderEliminarEs tan importante e ilustrada tu información que me encanta.
ResponderEliminarEducar sobre las virtudes del hombre lo forma, construye valores, pero hoy en día ni siquiera les interesa la filosofía enseñada en la básica y aún menos, ni distinguen a los antiguos....