La revista Le Nouvel Observateur, publicada este 3 de enero, y el diario francés Liberación, del 4 de enero, realizan una entrevista realizada a Jean Michel Quillardet, Gran Maestre del Gran Oriente de Francia, en el que hace una clara referencia a las consecuencias de la última visita del presidente Sarkozy al Vaticano y, más concretamente, a las declaraciones realizadas ante los medios de comunicación sobre el tema de la religión en la república.
Entendamos donde dice república se habla de la democracia misma. El problema que se plantea en el momento actual para el modelo de laicismo auspiciado desde principios del siglo XX en Francia tiene trascendencia para todas las democracias occidentales.
Los artículos fueron publicados en español en el blog de mi hermano Ricardo Fernández. Es importante tener en cuenta este sigiloso avance de la religión sobre la república para evitar caer en errores del pasado y garantizar a las generaciones futuras el desarrollo ciudadano sin ataduras.
Jean Michel Quillardet es el gran maestre del Gran Oriente de Francia (GOF), que se presenta como "la primera obediencia masónica francesa" con 50.000 miembros. El GOF ha expresado recientemente su inquietud en un comunicado a raíz de las declaraciones realizadas por Nicolás Sarkozy el 20 de diciembre en su visita al Vaticano, reprochándole su "voluntad de presentar el hecho religioso como constitutivo de la identidad política y ciudadana, lo que podría conllevar una seria inflexión en el modelo republicano francés". Jean Michel Quillardet se explica.
¿Qué es lo que más le molesta en las declaraciones de Nicolás Sarkozy?
Este concepto de "laicismo positivo" que quiere que las religiones sean en adelante consideradas como una ventaja y que sea necesario buscar un diálogo con ellas, abre una brecha inquietante en el pacto republicano y laico. Es la primera vez que un presidente de la República establece esta nueva concepción de las relaciones entre el Estado y la religión.
En una sociedad tan materialista como la nuestra ¿no tiene la gente una necesidad de encontrar un sentido a su vida que debería ser tomado en cuenta?
Entendamos donde dice república se habla de la democracia misma. El problema que se plantea en el momento actual para el modelo de laicismo auspiciado desde principios del siglo XX en Francia tiene trascendencia para todas las democracias occidentales.
Los artículos fueron publicados en español en el blog de mi hermano Ricardo Fernández. Es importante tener en cuenta este sigiloso avance de la religión sobre la república para evitar caer en errores del pasado y garantizar a las generaciones futuras el desarrollo ciudadano sin ataduras.
Jean Michel Quillardet es el gran maestre del Gran Oriente de Francia (GOF), que se presenta como "la primera obediencia masónica francesa" con 50.000 miembros. El GOF ha expresado recientemente su inquietud en un comunicado a raíz de las declaraciones realizadas por Nicolás Sarkozy el 20 de diciembre en su visita al Vaticano, reprochándole su "voluntad de presentar el hecho religioso como constitutivo de la identidad política y ciudadana, lo que podría conllevar una seria inflexión en el modelo republicano francés". Jean Michel Quillardet se explica.
¿Qué es lo que más le molesta en las declaraciones de Nicolás Sarkozy?
Este concepto de "laicismo positivo" que quiere que las religiones sean en adelante consideradas como una ventaja y que sea necesario buscar un diálogo con ellas, abre una brecha inquietante en el pacto republicano y laico. Es la primera vez que un presidente de la República establece esta nueva concepción de las relaciones entre el Estado y la religión.
En una sociedad tan materialista como la nuestra ¿no tiene la gente una necesidad de encontrar un sentido a su vida que debería ser tomado en cuenta?
La búsqueda de ese sentido no pasa por fuerza por las religiones. Me sorprende mucho que Nicolás Sarkozy diga que "la moral laica corre el riesgo de agotarse (en sí misma) o de convertirse en fanatismo en tanto que no está ligada a una aspiración que colme la aspiración al infinito". Detrás de eso hay una ideología muy americana.
Las posiciones de Sarkozy son conocidas, ya las había expresado en La República, las Religiones, la Esperanza (ed. Cerf, 2004)...
Durante la campaña presidencial Nicolás Sarkozy evitó la cuestión de la modificación de la ley de 1905, sobre la separación de las Iglesias y el Estado, y el informe Machelon (encargado por Sarkozy, preconizaba un retoque de este texto legal). En este momento, intuimos que algo se está preparando.
¿Qué es lo que le lleva a decir eso?
Michèle Alliot-Marie (Ministra francesa del Interior) nos recibió el 3 de diciembre y nos dijo que, en el informe Machelon, "hay algunas ideas interesantes". Está comprobando si es posible hacer pasar a las asociaciones del estatuto "de culto", que prohíbe toda subvención pública, al estatuto "cultural", que las permite. Jean Pierre Raffarin (Primer Ministro en el segundo período presidencial de Chirac) también declaró en una entrevista en Figaro que "habría que completar la ley de 1905". Le hemos pedido una reunión al presidente de la República; veremos si nos recibe.
Ustedes se oponen a toda modificación de la ley de 1905, pero entonces ¿cómo se ayudará a los musulmanes a superar su retraso en lo referente a lugares de culto?
Los dos primeros artículos (de la ley de 1905) según los cuales "El Estado no reconoce ni sostiene económicamente ningún culto", y "el ejercicio de los diferentes cultos es libre", no son modificables. Sin embargo no somos hostiles a los contratos enfitéuticos de muy larga duración, ni tampoco a la creación de la Fundación para obras del Islam (creada el 16 de octubre, está principalmente destinada a financiar la construcción de mezquitas).
Aparte del Gran Oriente de Francia, pocos grupos organizados se han alzado contra las intenciones del presidente de la República...
François Bayrou, que ha estimado que el concepto de "laicismo positivo" avanzado por Nicolás Sarkozy "pone en cause la concepción del laicismo republicano" y favorece el retorno de la religión "opio del pueblo", y François Hollande, han protestado.
"UNA DERROTA DE LA REPÚBLICA"
Le Nouvel Observateur.- En el Vaticano, Nicolás Sarkozy ha hablado de "las raíces cristianas de Francia" y ha evocado "la contribució de la Iglesia católica para iluminar nuestras elecciones y construir nuestro futuro". ¿Es esto lo que le ha impresionado?
Jean Michel Quillardet.- Estamos preocupados y profundamente heridos por su voluntad de reintroducir la moral religiosa en el seno de la sociedad; por sus declaraciones virulentas sobre la moral laica que podría, según él, conducir al fanatismo; sobre la imposibilidad de vivir sin esperanza, y también sobre las raíces cristianas de Francia. Es una visión simplista de la historia. Nadie niega que Francia tenga raíces cristianas. Pero hay que distinguir entre el cristianismo y la Iglesia católica, que siempre ha sido partícipe del absolutismo político y religioso, y recordar también nuestras raíces en la cultura griega, en el humanismo del Renacimiento y, sobre todo, en el pensamiento que surge con el Siglo de las Luces, que enuncia la libertad absoluta de conciencia. Nos sentimos heridos al escuchar decir que un no creyente es marginal y de ver así su posición intelectual relegada a un segundo plano. Pienso que incluso algunos cristianos, como François Bayrou, no pueden hacer otra cosa que sentirse golpeados con este tipo de afirmaciones. Y bueno, ¿qué significa este "laicismo positivo"? El "laicismo positivo" es el "laicismo sí, pero". Es una regresión todavía más grave si se tiene en cuenta que viene de un jefe de Estado. Desde De Gaulle a Chirac, nunca habíamos oído semejantes discursos en toda la historia de la V República, ni visto a un jefe de Estado tener una práctica tan ostenta de su culto. Nos encontramos una vez más ante la manipulación de los símbolos. Todo esto nos resulta extremadamente peligroso para el pacto republicano que permite a cada uno vivir con su fe o sin ella.
N.O. - Sarkozy ya había expresado, siendo ministro del Interior y en su libro " La República, las religiones, la esperanza", su deseo de hacer evolucionar la ley de 1905.
J.-M. Quillardet.- Nos alarmamos mucho con ocasión de la publicación del informe Machelon que preconizaba principalmente la financiación de los lugares de culto por los municipios y que implicaba abrir una importantísima brecha en la ley de 1905. Pero durante la campaña presidencial, Nicolás Sarkozy retiró este tipo de cuestiones y creímos haber ganado la partida. Este discurso pronunciado con firmeza elimina toda duda sobre cuáles son sus intenciones. Recordemos también que, en el cuadro de la reforma de las instituciones, el presidente ha propuesto que las grandes corrientes espirituales estén representadas ¡en el seno del Consejo Económico y Social! Forma parte de la ideología, un verdadero proyecto político que inscribe al liberalismo y a la religión en el corazón de la sociedad, como elementos indispensables de las buenas costumbres. Ya hemos percibido las consecuencias en los barrios de las afueras de las ciudades, donde los poderes públicos hacen llamamientos a los imanes para apaciguar las tensiones. Estamos ante una derrota de la República. La única identidad que ha de interesar al político, es la ciudadanía. Cuando se dirige, no ya a los ciudadanos, sino a los católicos, a los judíos, a los protestantes, y encima privilegiando a algunos, se cambia completamente la naturaleza del régimen republicano.
N.O.- ¿Contempla Ud. la posibilidad de un deslizamiento hacia un laicismo a la americana?
J.- M.Quillardet.- Desde luego, nos encontramos con la idea tocquevilliana según la cual la democracia no puede dejar a un lado la religión -y para Tocqueville se trata ya de la religión cristiana-. Pero el laicismo a la americana, es Bush que pronuncia sin cesar discursos en el nombre de Dios, es un presidente que jura sobre la Biblia. ¿Vamos a volver a esos? Corremos el riesgo de dividir otro poco más a la nación. Se nos dirá que no se va a tocar la ley de 1905, pero nuestro temor que se transforme completamente su espíritu valiéndose de medidas técnicas reglamentarias, abriendo la posibilidad de hacer pasar a las religiones de un estatuto de culto a uno cultural, por ejemplo. Estamos en el camino de la destrucción de cierta idea de la República. Los franceses siguen muy ligados al laicismo y el presidente cometería un grave error queriendo atacarlo.
Christian Gadea Saguier
Era de esperarse que con Sarkozy las cosas no vayan muy bien. La ideologia no son puras construcciones teoricas basadas en algo abstracto. La ideologia que representa este Presidente siempre apoyo a las clases eclesiasticas. En una de sus ultimas declaraciones sobre las elecciones proximas en España. " de todo corazon, quiero que gane Rajoy". El candidato del Partido Popular de España, un partido cuyos grandes representantes siempre estuvieron ligados a la dictadura franquista y al sector mas reaccionario de la iglesia catolica (Opus Dei).
ResponderEliminarPor todo esto creo que no solo la Laicidad pierde una batalla en francia sino todos los derechos fundamentales de todo ser humano
Pero cuanta ingnorancia sobre la politica francesa, llevamos 30 anos soportando...
ResponderEliminarUstedes se olvidan o ignoran
Los “affaires”«Angolagate», «Elfgate» o «Rwandagate»… que han sido objeto, cada uno de nosotros hemos podido darnos cuenta, de una memoria singularmente selectiva hasta tal punto de hacer de la escritura de la historia de las tres últimas décadas una selección que creíamos que había desaparecido en el Moscú de finales de último siglo.
Observación curiosa: los promotores de tales olvidos son también los que recuerdan de nuevo las culpabilidades que habrían producido la historia colonial… y los que quieren darnos lecciones en materia de derechos humanos en… África!
El pasado selecionado!
Pero eso no es todo, instruyanse, informense antes de decir ciertas cosas