La cuestión de esta nota es conocer el enorme vacío existente entre los Collegia Fabrorum y las corporaciones de masones operativos durante la Edad Media, ya que no sólo pueden explicarse con el surgimiento de los Magistri Comacini y la supervivencia del oficio en el sur de Europa. Existe un criterio generalmente aceptado respecto del vínculo entre logias especulativas surgidas en el siglo XVII y las de los masones operativos de la Edad Media. Bastantes historiadores han reconocido que las corporaciones de constructores de catedrales de los siglos XIII y XIV son antecesores de las logias establecidas a partir de la fundación de la Masonería moderna, reglamentada por las Constituciones de Anderson. Un análisis comparativo de estas constituciones con los documentos medievales de los masones operativos que contienen la denominación “Antiguos Linderos”, permite probar esta continuidad, a pesar de algunas abstenciones como la participación de la mujer en el oficio.
Si bien los orígenes de la Masonería aun permanecen sujetos a controversia, presentándose una gran variedad de corrientes, resulta evidente que su desarrollo en Europa está influido profundamente por los Collegia Fabrorum, corporación de arquitectos fundada, según Plutarco, por Numa Pompilio hacia el siglo VII a.c. Sin embargo, esta Orden de arquitectos quedó abolida hacia el 378 d.c., y desde esa época a los inicios de las construcciones de los masones operativos, existe un gran vacío que en parte es abordado por el historiador masónico Eduardo Callaey, quien hace un par de semanas me envió su obra publicada en 2004 Los orígenes monásticos de la Masonería
Este libro, donde abundan comentarios alegóricos, provenientes de obras escritas en el siglo VIII por venerables maestros de la Orden benedictina, trata acerca de la relación entre las alegorías del cristianismo monástico latino y el simbolismo masónico. ¿Será posible esta relación? Al parecer de las fuentes que presenta y la interpretación del autor, existe una estrecha relación entre ambas.
Se debe comprender que tal relación se da en el uso de alegorías de la tradición hebrea, específicamente contenidas en la construcción del Templo de Jerusalén como por ejemplo: a) La tradición del Templo de Salomón; b) El simbolismo del templo; c) La idea de un Gran Arquitecto del Universo; d) El pensamiento simbólico-alegórico; e) El trabajo interior expresado en el exterior; y el fortalecimiento y creación de las órdenes de constructores. Queda fuera de lugar una similitud doctrinal, puesto que la Masonería no se arroja la propiedad exclusiva de la verdad y no tiene dogmas que sostener.
El nexo que se presenta entre estas dos obediencias, está contenido en el famoso Manuscrito Cooke (circa 1420), donde su anónimo autor menciona como autoridad en la materia a un tal Beda. El hecho de que este historiador inglés del siglo VII fuese reconocido como una “autoridad” fue uno de los indicios que llevó a Callaey a iniciar su investigación. Por lo que podemos saber de Beda, gracias a la obra del historiador argentino, es que fue el impulsor de la tradición hebrea en Inglaterra y el norte de Europa, merced a la influencia que ejercía en Alcuino de York, constituido en la máxima autoridad de las escuelas del imperio en tiempos de Carlomagno. Su importancia se basa en que escribió un trabajo fundamental sobre el famoso Templo de Jerusalén De Templo Salomonis Liber. Beda, a quien apoderan “El venerable”, nació en Northumbria hacia 672 y se crió entre monjes, con quienes fue ordenado diácono en el monasterio de San Pablo en Jarrow.
Se atestigua además en varios documentos el protagonismo y la responsabilidad de la Orden Benedictina en la construcción de las grandes abadías y catedrales del siglo X, XI y XII. Y no se trata solamente del proyecto y dirección de las obras, sino también el aporte del artesanato para llevarlos acabo. Así comprobamos los nexos existentes entre estas Órdenes, pero este contacto no constituye el único manantial de donde brotó la masonería operativa, sino un causa más que nos permite seguir en la búsqueda del origen de la Masonería y una demostración para la actual iglesia de Roma de que a pesar de contar con doctrinas distintas podemos converger en la humanidad.
Esta obra de Eduardo Callaey constituye un eslabón imprescindible en la labor del historiador por reconstruir o dar con lo que conocemos hoy por Masonería.
Christian Gadea Saguier
© Blog Los Arquitectos
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ResponderEliminarMasonería Regular Argentina - Alto Consejo Masónico de Argentina. In fellowship with the Regular Grand Lodge of England (RGLE)