Aunque parezca un despropósito o una falta de práctica en los principios de "igualdad" que sostiene la masonería, en los Estados Unidos ocurre un fenómeno extraño para nosotros los latinos. Existe una corriente masónica pujante que por largos años ha sido escamoteada en términos de información y tratada de "irregular". Me refiero a la Obediencia Prince Hall que agrupa a los hermanos americanos negros.
La masonería de los negros americanos es todo un tabú para los latinos y por demás difícil de entender cómo es posible que los masones se dividan por el color de la piel, cuando esta milenaria agrupación es depositaria de la fraternidad universal. Ojo que no me estoy refiriendo a una corriente menor. Hoy en día, en todo el mundo, existen más de 44 Grandes Logias Prince Hall con más de 300.000 miembros.
La historia de los negros en la masonería de los Estados Unidos comenzó un año antes de la declaración de independencia, cuando un estadounidense llamado Prince Hall fue iniciado en la Irish Constitution Military Lodge junto a otros cuatro negros libres.
Poco se sabe de la vida de Prince Hall. Aunque no se ha encontrado registro alguno de su nacimiento, se considera, de acuerdo a fuentes masónicas, que nació en Barbados, Antillas, el 12 de setiembre de 1748. También se sostiene que llegó a Boston en 1765, procedente de África, y que fue vendido como esclavo a William Hall, quien lo "liberó" en 1770.
Ya iniciado, junto con otros negros, se le dio la autorización para reunirse con el nombre de Logia Africana Nº 1. Al concluir la guerra, Hall solicitó una Carta de Constitución a la primera Gran Logia de Inglaterra; le fue entregada en Boston el 29 de abril de 1787. Una semana después ya estaba organizada la Logia Africana con el Nº 459.
A esta logia se le permitió establecer otras, con lo que se convirtió en la logia madre que dio a Hall autoridad suficiente para emitir patentes. Así se constituyeron varias logias "africanas" en gran parte de los Estados Unidos. En junio de 1771 se organizó en Boston la Gran Logia Africana, con Hall como Gran Maestre, pero parece que la medida no resultó, pues habría que esperar varios años para tener noticia de esa nucleación.
Hacia 1813 con la unión de las dos Gran Logias de Inglaterra, la Logia Africana Nº 459 fue retirada de los registros de la naciente Gran Logia Unida de Inglaterra (GLUI). Y hasta 1824 esta logia africana se reunió muy pocas veces e inclusive estuvieron a punto de cerrarla. Ese año (1824), fue remitida de nuevo una nota a la GLUI pidiendo la renovación de su Carta Constitutiva, hecho que no fue respondida hasta la fecha.
De todas formas, pese al silencio de los hermanos ingleses, experimentaron una revivencia de actividades hasta que en 1827 llega a la Veneratura un habilidoso hermano llamado John Hilton, quien comenzó a pensar seriamente en la creación de una Gran Logia que cuidase los asuntos de la comunidad minoritaria en los Estados Unidos.
Hall murió en diciembre de 1807. Al año siguiente, en un acto conmemorativo en su honor, el nombre de la Gran Logia Africana cambió a Gran Logia Prince Hall. En la actualidad, tanto la GLUI como la de Irlanda y muchas otras reconocen a esta Obediencia en Massachussets, la ciudad de la antigua Logia Africana Nº 459.
Pero, a pesar de estas líneas, sigo sin comprender el tema de que parte de los masones en los Estados Unidos estén separados por el color de la piel. A fin de cuentas, ¿no somos todos humanos?
Christian Gadea Saguier
© Blog Los Arquitectos
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felicidades por su libro, está a la altura de autores como Ricardo de la Cierva, Santiago Camacho, Gabriel López de Rojas, César Vidal, Manuel Guerra Gómez o E. Smith
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